Exaspera al presidente Vicente Fox la falta de coordinación en estas labores
Asume el gobierno federal el control de la seguridad pública en Cancún
''Yo quiero garantías, poner orden ahorita, ya'', dice ante los múltiples desaciertos
Ampliar la imagen Recorrido del Presidente de la Rep�a por zonas afectadas de Canc�TO Notimex Foto: Notimex
Cancún, QR, 24 de octubre. La evidente falta de coordinación entre los tres niveles de gobierno para hacer frente a la emergencia del devastador paso del ciclón Wilma terminó por exasperar al presidente Vicente Fox, quien anunció que será el gobierno federal el que tome las riendas de la seguridad ante la ola de saqueo, pillaje e inseguridad pública que se vive en la zona afectada por el meteoro. ''Yo quiero garantías de seguridad, ahorita, poner orden en esta ciudad, ya, a la velocidad máxima.''
Así, una reunión de evaluación con las autoridades estatales y municipales, reveló múltiples desaciertos en materia de abasto, seguridad pública e insuficiencia para restablecer de inmediato los servicios más elementales ante la magnitud de los daños materiales, sobre todo en la zona hotelera de este centro de playa.
El sector turístico, emblema y motor económico e imprescindible no sólo de esta ciudad, sino de todo el estado, quedó seriamente dañado. Los cálculos más optimistas prevén que se necesitarán entre 3 y 4 meses para volver a la normalidad. En estos daños, casi un millón de personas que habitan este centro turístico y los municipios aledaños vivieron un día más sin luz eléctrica ni teléfono ni servicios públicos básicos.
Las cifras de Afp y Protección Civil
Según la agencia francesa Afp, Wilma causó una decena de muertos en la península de Yucatán, aunque la coordinadora del Sistema de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, Carmen Segura, dijo que existen presumiblemente cuatro decesos ocurridos durante la presencia del meteoro, pero son las autoridades del Ministerio Público las que determinarán si efectivamente pueden ser vinculados al huracán.
En la reunión de evaluación, realizada en uno de los centros escolares del Conalep habilitado como albergue de turistas, el presidente Fox instruyó establecer de manera inmediata un programa de "repatriación" para sacar de la zona turística a los más 40 mil visitantes nacionales y extranjeros que se quedaron varados por la llegada de Wilma, y con ello "aligerar" la presión a las autoridades gubernamentales y dedicarse por completo a las tareas de reconstrucción.
El presidente de la Asociación de Hoteleros de Cancún, Jesús Almaguer, primero en intervenir, solicitó al mandatario federal su intermediación para agilizar un crédito de 500 millones de dólares, que sería destinado a la reconstrucción de la zona hotelera que fue devastada por el huracán. Dijo que la recuperación de la playa cancunense, que en muchas partes "fue tragada" por el mar, es "vital" en este programa. De igual forma pidió la intervención presidencial para gestionar el pago oportuno de las compañías aseguradoras, debido a que -explicó- en el caso del huracán Emily, que pasó hace varios meses por estas tierras, "apenas estamos cobrando" los seguros. También se planteó que IMSS, Infonavit y CFE no cobren recargos y que los bancos accedan a una moratoria en créditos otorgados a hoteleros.
El presidente Fox se comprometió a atender todas estas demandas, a cambio de que no se reduzca en ningún caso la nómina del sector hotelero y turístico.
Hasta aquí la reunión fluía, se desarrollaba como estaba previsto, pero vinieron los temas de seguridad pública, de desabasto y de atención en los albergues, tanto a los lugareños como a los visitantes. Entre los desaciertos el secretario de la Defensa, Ricardo Clemente Vega, informó que la Zona Militar tenía 90 toneladas de víveres, pero no sabía a quién entregárselos. Por su parte, el responsable de la policía municipal pidió vehículos, equipo y hasta trajes nuevos. Por ello, la irritación del Presidente se hizo evidente. En tono cortante dijo al jefe policiaco que presentara necesidades para atender la urgencia de seguridad pública y detener los actos vandálicos y los saqueos. En tono enérgico, el titular del Ejecutivo dijo necesitar "responsable directo en materia de seguridad, uno de alto mando". La Secretaría de Seguridad Pública y el Ejército Mexicano, junto con la Policía Federal Preventiva, ya se hacen cargo de la seguridad pública.
Pero la gota que derramó el vaso fue la pretendida intervención de la coordinadora del Sistema Nacional de Protección Civil, Carmen Segura Rangel, quien pretendió erróneamente presentar una larga lista de lo realizado. "No, no quiero historias pasadas", le dijo el presidente Fox. En tono exigente le demandó datos actuales para atender la emergencia de abasto de alimentos.
Apenas la funcionaria hablaba de unas cien mil despensas, sin citar con precisión dónde estaban, el mandatario le reviró: "Terminemos con las despensas, no sé si ya buena parte están en el estómago de los ciudadanos; cuánto hay hoy (de alimentos) y cuánto viene pa'delante, porque aquí no veo despensas, ni en la alcaldía ni en ninguna parte".
El presidente Fox delegó la responsabilidad de coordinador general en el secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo Torres, quien también reconoció su "falta de experiencia" en el manejo de estas situaciones.
Sin embargo hubo una buena noticia relacionada con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dada a conocer en su recorrido por tierras yucatecas, donde en el transcurso del mediodía y de la tarde visitó albergues en los municipios de Chemax y Tizimín, donde se confirmó que lo verdaderamente grave está en Quintana Roo, de manera especial en Cancún, Playa del Carmen, Cozumel, Isla Mujeres y Tulum.
El presidente del BID, el colombiano Luis Alberto Moreno, ofreció al presidente Fox la ayuda de la institución para coadyuvar en las acciones de reconstrucción tras el paso de Wilma, y puso a disposición del gobierno de México una línea de crédito para este propósito.
En una última acción, vía telefónica desde Tizimín, anunció al secretario Elizondo que pondría a su servicio los cuatro helicópteros de la Presidencia de la República para transportar turistas ''o lo que haga falta''. Pero Cancún permanece un día más a oscuras, con innumerables árboles trozados, cientos de postes de luz caídos, pozos de agua inservibles, decenas de gasolineras sin servicio y cientos de personas varadas en sus vehículos en la carretera de Cancún a Mérida, debido a que existen diversos tramos anegados.