Listos para el undécimo round
"¿Sabe?, no nos van a mover de aquí; estas paredes son nuestras, son de todos, con sangre, sudor y lágrimas las reconstruimos; aquí nadie se ha hecho rico pero hemos demostrado que podemos sacar una cooperativa adelante, que la hicimos crecer, ser exitosa y hasta exportadora sin tener un patrón. Nadie nos dio un centavo, ni el gobierno nos ayudó, salimos solos, sólo con el apoyo del pueblo y no nos van a tumbar".
Es la voz quebrada de Ramiro Salguero Alvarado, miembro de la Cooperativa de Trabajadores de Pascual y participante activo en el movimiento de huelga y reconstrucción de esta refresquera de propiedad social.
"No tenemos miedo y no nos espanta la batalla. La historia de la cooperativa se puede definir en una palabra: lucha", dice Salguero, ahora encargado del área de compras de Pascual. Reconoce que nadie estaba preparado porque todos eran obreros, pero pudieron sacar adelante esta industria.
A la memoria de los trabajadores que asistieron ayer a la conferencia de prensa que ofreció su consejo de administración, vinieron los días de finales de mayo de 1982, cuando iniciaron su movimiento de huelga.
Recordaron el fatídico día 31 de mayo, cuando un grupo de casi 200 golpeadores a sueldo llegaron en camionetas a la planta de Clavijero para golpear con varillas a los trabajadores que cuidaban el paro, mientras el ex dirigente del sindicato blanco de Pascual, Edmundo Estrada, los pistoleros Barragán y su propio patrón, Rafael Jiménez, les disparaban hasta herir a 17 obreros y matar a dos, Jacobo García y Alvaro Hernández.
A finales de ese año se inició la época de la movilización y de la represión: primero fueron despedidos muchos y las liquidaciones que recibían se las robaban a unas calles de la empresa.
Luego descubrieron que el Sindicato Nacional de la Industria Embotelladora, dirigido por Armando Neyra, había firmado un contrato a espaldas de los trabajadores y lo desconocieron.
Entonces iniciaron un juicio por la titularidad del contrato colectivo de trabajo y el movimiento de resistencia. De la lucha obrera da cuenta el libro Décimo round, de Paco Ignacio Taibo II.
Si de rounds se trata, "parece que viene el onceavo", señala Salguero Alvarado, quien invita a la manifestación de hoy que partirá de Clavijero hacia la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En la planta de Pascual en Clavijero, donde se realiza la conferencia de prensa, está presente el 10 de febrero de 1984, cuando la firma fue embargada. También el 6 de agosto de ese año, cuando los bienes de la empresa fueron rematados y los representantes sindicales se presentaron como postores con base en la deuda que la compañía tenía con los mil 50 obreros. La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje resolvió adjudicarles las fábricas, las marcas y las patentes del refresco.
Salguero Alvarado dice que para este nuevo round están preparados, nadie los va a detener y no existe miedo.
Patricia Muñoz Ríos