Michelle
Dentro de 46 días será la primera presidenta de la República de Chile. El Partido Unión Democrática Independiente (UDI) sigue en picada, mientras la Concertación de Partidos por la Democracia, coalición de centro-izquierda, conformada por el Partido Demó-crata Cristiano (DC), Partido por la Democracia (PPD), Partido Radical Social Demócrata (PRSD) y Partido Socialista (PS), va hacia arriba, y ello se explica no sólo por la continuada aceptación de la mayoría social de ya tres regímenes de gobierno de la concertación (Patricio Aylwin, del PDC, Eduardo Frei, también del PDC, y Ricardo Lagos, militante del PS), sino por el carisma, los resultados de trabajo y la propuesta de programa de gobierno de la socialista Michelle Batelet.
En una de las últimas encuestas de septiembre, los cuatro candidatos alcanzaban las siguientes cifras:
Tomás Hirsch, de la alianza Juntos podemos más (Partido Comunista, Partido Humanista y otras pequeñas agrupaciones de izquierda), 3 por ciento.
Joaquín Lavín, ingeniero comercial y economista por la Universidad de Chicago, ha sido editor de Economía y Negocios de El Mercurio, miembro supernumerario de la organización católica Opus Dei, así como del partido Unión Democrática Independiente y activo colaborador de Pinochet. Obtuvo 16 por ciento de las inclinaciones de voto.
La Declaración de Principios de UDI comienza con estas palabras. "Uno. Persona, familia, sociedad y Estado. Existe un orden moral objetivo que está inscrito en la naturaleza humana. A ese orden moral, fundamento de la civilización occidental y cristiana, debe ajustarse la organización de la sociedad y debe subordinarse todo su desarrollo cultural, institucional y económico. De la dignidad espiritual y trascendente del ser humano emanan derechos inherentes a su naturaleza, anteriores y superiores al Estado."
Sebastián Piñera, del Partido Renovación Nacional, empresario dueño de LAN (principal línea aérea chilena, acaba de comprar Chilevisión en 24 millones de dólares), obtuvo 21 por ciento de la intención de voto.
Michelle Batelet estudió medicina. Su padre, colaborador de Salvador Allende, fue acusado de "traición a la patria" y murió a causa de las torturas a que fue sometido. Ella y su madre también fueron apresadas y hubieron de huir primero a Australia y después a Alemania. Michelle habla español, inglés, alemán, francés y portugués. Durante el gobierno de la Unidad Popular ingresó a la Juventud Socialista. Aquel 11 de septiembre vio, desde el techo de la Escuela de Medicina, el bombardeo de La Moneda.
Tuvo múltiples trabajos en el área de la salud de su país, hasta que Lagos la hizo su ministra de Salud. Con el antecedente de ser hija de un militar, Michele observó que, de vuelta a la democracia, persistían dificultades entre el mundo civil y el militar. Desde su experiencia familiar veía que a la política de defensa y sus correlaciones institucionales no se les daba la importancia que requerían. Ello la llevó a realizar un curso sobre estrategia militar en el que obtuvo el primer lugar de su promoción, lo que le valió la beca de honor Presidente de la República para realizar el curso de defensa continental en el Colegio Interamericano de Defensa de Washington. Esa especialización la hizo primero asesora y después ministra de Defensa, con el presidente Lagos.
Ya en ese cargo introdujo modificaciones que permiten que las mujeres ingresen a las fuerzas armadas en igualdad de condiciones que los varones: las mujeres hoy se gradúan de pilotos en la fuerza aérea, como los varones; las oficiales del ejército que hoy pueden llegar a ser general (o generala debiera decirse) y comandante en jefe, si su excelencia lo amerita; o las carabineras que hoy están en el mismo escalafón que los varones, permitiéndoles subir de grado tan rápido y ganar lo mismo que sus compañeros. Cuenta con 48 por ciento de las intenciones de voto.
Los indecisos son el 12 por ciento de los electores.
En una entrevista reciente, Michelle dijo: "Mis prioridades son mantener todos los logros conseguidos -avance de la democracia, de las libertades, crecimiento económico-, pero ahora tenemos la obligación de plantear un nuevo desafío: seguir creciendo y a la vez distribuir mejor la riqueza y dar más oportunidades a todos. Proponemos un plan de igualdad que se centrará en la infancia, las mujeres, la reforma de la protección social, de las pensiones y la educación". Dentro de 46 días se convertirá en la próxima presidenta de Chile.
Chile es uno de los países con mayor desigualdad socioeconómica en el subcontinente más desigual del mundo. La desigualdad en Chile se explica por el comportamiento de los deciles de ingreso más alto, no por los más pobres (ello es evidente si se excluye al decil X). De otra parte, las políticas sociales pueden reducir la pobreza, pero no son un instrumento apto atacar la desigualdad. Los niveles y calidad de la educación son absolutamente decisivos, pero, si son sostenidos, operan a largo plazo.
Michelle tiene trabajo.