La Intergaláctica zapatista
El movimiento altermundista se encuentra en una encrucijada. Ha sido capaz de convocar multitudes en las calles para protestar en contra de las cumbres multilaterales donde se pretende escribir la Constitución del mundo, pero no fue capaz ni de frenar la guerra de Irak ni de forzar la salida de las tropas invasoras.
Las protestas han logrado descarrilar los encuentros ministeriales de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Seattle durante 1999 y de Cancún en 2004, pero no han podido modificar la política económica dominante. La organización del descontento ha permitido reunir miles de personas en cuatro ediciones del Foro Social Mundial (FSM) para debatir sobre la posibilidad de construir otro mundo, pero no ha avanzado en elaborar un programa o un plan de acción conjunto.
Durante el FSM realizado en India en 2004, la activista Arundhati Roy puso el dedo en la llaga. Las marchas, aunque sean en todo el mundo y en ellas participen millones de personas -dijo-, no bastan. El Movimiento por la Justicia Global corre el riesgo de convertirse en "teatro político" y en "un activo para nuestros enemigos". Según ella, se requiere afilar y volver a imaginar el "arma preciosa" de la resistencia mundial. "Necesitamos -señaló- enfocarnos en blancos reales, librar batallas reales e infligir un daño real." En otras palabras, realizar acciones que afecten de verdad los intereses del poder económico y político global.
El punto de vista de Arundhati Roy no es una opinión aislada: es compartido por muchas personas en todo el mundo. Flota en el aire del archipiélago de la izquierda el deseo y la necesidad de emprender acciones eficaces contra el neoliberalismo y no sólo reunirse a debatir o analizar. Son muchos quienes juzgan que el FSM es insuficiente para ello.
La propuesta zapatista, contenida en la Sexta Declaración de la Selva Lacandona -realizar un nuevo encuentro intercontinental en diciembre de este año o enero del próximo- se inscribe en este "clima". Muchos grupos han expresado su beneplácito con la iniciativa. Las redes europeas de solidaridad con los rebeldes mexicanos celebraron ya una exitosa reunión en Barcelona para comenzar a trabajar en el asunto.
Se trataría de la cuarta reunión de este tipo convocada por el EZLN. La primera, sin lugar a dudas la más exitosa, se efectuó en Chiapas en 1996. Son muchos los analistas que consideran que en esa confluencia se sentaron las bases para la formación del movimiento altermundista. La segunda se efectuó un año después en España, y la tercera, bastante desangelada, tuvo lugar en Brasil.
El nuevo encuentro zapatista podría coincidir con el segundo Foro Social de América (FSA) en 2006, que se efectuará en Venezuela. No se trata de un acto más, sino de un proyecto de largo aliento. Una parte muy importante del Movimiento por la Justicia Global simpatiza con la Revolución Bolivariana. Aunque los foros son independientes de los gobiernos, Hugo Chávez ha emprendido una serie de acciones contra la política imperial de Estados Unidos y por un modelo de desarrollo alternativo que le ha valido el reconocimiento de activistas de todo el mundo.
Durante el cuarto FSM, realizado en enero de este año en Porto Alegre, el mandatario venezolano fue ovacionado por unas 15 mil personas, mientras Lula da Silva fue abucheado. El mismo Chávez auspició a finales de 2004 el Encuentro de Intelectuales por la Humanidad y contra el Neoliberalismo y habla de promover la formación de un socialismo del siglo XXI.
Aunque muchos activistas tienen gran simpatía hacia los rebeldes mexicanos, el EZLN no puede asistir al encuentro de Caracas o a las sesiones de los FSM por ser una organización armada. Los estatutos de los foros impiden la participación de fuerzas político-militares en sus filas. Pero, más allá de si el Intergaláctico zapatista coincide en el tiempo con el segundo FSA o no, hay algunos otros problemas claves a resolver:
¿Quién convoca a la reunión? ¿El EZLN, o la otra campaña nacida de la confluencia de los rebeldes con un amplio espectro de fuerzas políticas y sociales y organizaciones no gubernamentales?
¿A qué se convoca? ¿A un foro de discusión o a una reunión para la acción? ¿A una asamblea de solidaridad con los zapatistas o de construcción de una red con una identidad más amplia? ¿Se trata de formar una nueva Internacional o una instancia coordinadora de las resistencias?
¿Quién debe asistir al encuentro? ¿La sociedad civil, los partidos y las organizaciones políticas de izquierda, los movimientos sociales? ¿Cómo se tomarán los acuerdos en caso de que el evento decida llegar a conclusiones?
¿Qué contenido deberá tener la reunión? ¿Antineoliberal, anticapitalista, explícitamente socialista, libertario?
La izquierda radical se ha recompuesto y fortalecido relativamente en el viejo mundo. Su último gran triunfo fue la victoria del no a la Constitución europea en Francia. Los movimientos sociales han ganado gran peso político en América Latina. Las coaliciones ciudadanas tienen enorme protagonismo en Asia. Muchos están dispuestos a acordar y ensayar formar de coordinación internacionales más allá de los foros sociales. La autoridad del zapatismo con muchos de ellos es significativa.
La resistencia contra el neolberalismo parece haber madurado en todo el planeta. La izquierda busca dotarse de una nueva identidad en todo el mundo. El próximo encuentro Intergaláctico podría ser un paso adelante en la ardua construcción de una red planetaria de resistencias.