Usted está aquí: miércoles 26 de octubre de 2005 Economía Invertir la pirámide: Sin Fronteras busca convertir a pobres en fuerza económica

Pretende romper la marginalidad mediante innovaciones tecnólogicas

Invertir la pirámide: Sin Fronteras busca convertir a pobres en fuerza económica

Impulsa proyecto en México; plantea sistema financiero que incluya a campesinos y migrantes

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Integrantes de la Uni�e Trabajadores Independientes del Valle de San Joaqu� en paro desde mayo, denuncian acoso y trato degradante en esa granja en Livingston, California FOTO Ap Foto: Ap

Nueva York, 25 de octubre. Para los 5 mil millones de pobres en el mundo el problema económico fundamental es su nulo acceso al capital, para ahorrar, cultivar sus tierras, invertir en negocios o proyectos productivos; sobrevivir pues. Ahora una empresa está intentando convertir el poder potencial de la "base de la pirámide" -que representa mundialmente unos 7 billones de dólares en valor agregado- en una fuerza económica, social y política real a través de innovaciones tecnológicas que rompen sus condiciones de marginalidad.

México es uno de los laboratorios para probar este experimento financiero y social.

Raúl Hinojosa Ojeda, presidente de la empresa No Borders-Sin Fronteras, insiste en que estamos "al borde de una revolución radical" en el ámbito financiero que podría romper con las estructuras financieras tradicionales, al lograr que las mayorías que viven en la llamada economía informal empiecen a contar con las herramientas para incidir en la economía formal, pero bajo su propio control. La clave: el empleo de nueva tecnología para crear un nuevo sistema financiero en la base de esta pirámide, la cual de manera agregada podría llegar a representar un nuevo actor en la economía local, nacional y trasnacional.

En entrevista telefónica con La Jornada, el también profesor de política económica en la Universidad de California, Los Angeles, Hinojosa Ojeda, informó que Sin Fronteras fue concebida con esta magna visión, la cual se está implementando a través de diversos proyectos en Estados Unidos, México, Asia y Medio Oriente. Estas iniciativas tienen algo en común: el empleo de la tecnología digital para permitir que microempresarios, pequeños comerciantes, campesinos, migrantes y otros con poco o nulo acceso al capital cuenten con identidad crediticia y servicios financieros directamente bajo su control.

Los proyectos buscan ofrecer toda una gama de posibilidades para los marginados de los mercados de capital, incluso la transferencia de fondos entre individuos, familias u organizaciones dentro de un país o a nivel trasnacional, el manejo efectivo y con muy reducidos costos de proyectos de microcrédito, compras directas donde se aceptan pagos electrónicos, e intercambios entre individuos en un mercado o entre comerciantes y remesas transfronterizas.

Pero a la vez, la idea es agregar el poder económico de estas transacciones y representar colectivamente a los participantes en estos proyectos ante empresas, mercados de capital y otros sectores económicos para lograr beneficios (descuentos, seguros de salud, inversiones, etcétera) que gozan otras entidades económicas institucionales.

La instrumentación es bastante simple. Cualquier participante abre una cuenta en Sin Fronteras y se le otorga una tarjeta, la cual a través de sus convenios con proyectos de microcrédito de un gobierno o con algunos bancos u otras instancias permite que en ese momento el usuario pueda trasladar o recibir fondos de alguna entidad o individuo en cualquier parte del mundo sólo con el acceso a un teléfono convencional, un celular o la Internet. Esos fondos pueden ser trasladados de una tarjeta de Sin Fronteras a otra, sea en remesas, el otorgamiento de un microcrédito o un pago entre dos comerciantes en un mercado público, o se pueden emplear esos fondos en comprar algo en cualquier lugar que permita pagos electrónicos (supermercados, tiendas comerciales, etcétera). La tarjeta también es aceptada en cualquier cajero automático. Los traslados de fondos entre individuos se hacen por teléfono o Internet, identificando la tarjeta a la que se desea trasladar fondos y el número de teléfono del beneficiario. Esto, dice Hinojosa, es lo que se llama "banca de persona a persona".

Con ello el individuo empieza a tener una identidad financiera, y si forma parte de un proyecto de microcrédito obtiene un perfil crediticio sin necesidad de un banco u otra institución financiera.

Hinojosa Ojeda señala que se puede empezar a pensar en "crear fondos de microcrédito a nivel global", potencialmente con miles de millones de dólares, permitiendo el acceso a crédito a millones de personas a través de la tecnología cibernética y celular. También se logra crear por primera vez historiales de crédito para personas pobres, condición necesaria para ganar acceso a mercados de capital. "Cada vez que alguien paga su microcrédito a tiempo, baja su tasa de intereses, ya que representa menos riesgo, y con ello también gana acceso a un crédito mayor cada vez; o sea, el mismo modelo para los ricos, pero ahora para los pobres".

Esta semana Sin Fronteras presentará un nuevo proyecto piloto al presidente Vicente Fox en la cuarto Encuentro sobre Microfinanzas que se celebrara en Querétaro. Se acaba de firmar un convenio con el Fideicomiso del Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario, que incluye un millón 500 mil participantes junto con unas 150 organizaciones en México para emplear la tecnología y estrategia de Sin Fronteras, con el objetivo de reducir los costos de transacción y agilizar la contabilidad. El plan, que se anunciará formalmente este miércoles, fue elaborado por iniciativa de Maricarmen Díaz y Sergio García de Alba, del Fideicomiso Sin Fronteras, informó Hinojosa. Los participantes en el proyecto podrán obtener una "tarjeta de valor agregado" con la cual pueden recibir y/o pagar créditos, trasladar fondos entre los participantes o usar la tarjeta para hacer compras o pagar servicios, revisar su saldo y más, todo por teléfono o por Internet.

Sin Fronteras está negociando proyectos con el gobierno príista de Tamaulipas y con el perredista de Zacatecas para emplear las tarjetas en transacciones financieras dentro de esos estados, como entre ellos y sus comunidades migrantes en Estados Unidos.

Las iniciativas de Sin Fronteras, afirma Hinojosa, "son ejemplo de cómo la Internet y la tecnología digital finalmente están al alcance de esos 5 mil millones de personas que no tienen acceso a los bancos, a las tarjetas de crédito". Ahora, afirma, este sector podría empezar a tener su propio instrumento bancario.

Más aun, dice, los bancos tradicionales aún no se dan cuenta de los grandes cambios que esto implica. "Está dejando claro que tal vez ya no se necesitan grandes edificios de mármol y tal vez ni cajeros automáticos en ese futuro", afirma. "Esto ofrece a cualquiera la posibilidad de abrir una cuenta financiera y armar un historial crediticio", y con ello la base de la pirámide empieza a ejercer poder en los mercados y las economías.

Sin Fronteras impulsa estas iniciativas en Pakistán, Dubai, Filipinas y en casi 20 países más. "Esto es el futuro", insiste Hinojosa, al señalar que los cálculos son que el sector económico de mayor crecimiento en el mundo son, irónicamente, los pobres. Los 5 mil millones que viven con menos de 2.50 dólares diarios representan un valor agregado de 7 billones anuales, y esa población también tiene bienes no activos de un valor total de 10 billones. Y ese sector económico realiza casi todo sus trámites en efectivo.

Con la nueva tecnología, ese potencial poder económico podría traducirse en un actor económico de enormes dimensiones si se logra buscar maneras de emplearlo de maneras más colectivas, construyendo así un "poder económico agregado". Eso empieza creando "flujos financieros de pueblo a pueblo, algo que podría convertirse en la fuerza más poderosa en las próximas décadas, no sólo en el ámbito económico, sino en el social y político", pronosticó Hinojosa Ojeda.

Este esfuerzo es nuevo, y aún está por comprobarse si la empresa misma tiene la capacidad de lograr sus metas ambiciosas. Sin Fronteras ha emitido acciones en los mercados bursátiles con resultados poco alentadores y aún no ha logrado consolidar su posición en este sector del mundo empresarial, según los últimos informes financieros consultados por La Jornada. Con todo, su propuesta y estrategia merecen seria atención. Su fundador, Hinojosa, ha logrado volver realidad algunas de sus ideas, siempre ambiciosas, en realidad en el pasado: por ejemplo, fue él quien concibió la idea original del Banco de Desarrollo de América del Norte (NADBank).

 
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