CIUDAD PERDIDA
El panista Calderón, candidato levadura
Opción neoliberal
Inflación mediática
Fanatismo, lastre
PARA LOS azules del Distrito Federal, el triunfo de Feli-pillo en la interna panista es más ruido que nueces, y advierten que se trata de un candidato "levadura", es decir, se infla con el calor, pero termina sin consistencia.
PARA ELLOS la candidatura de Calderón es, además, un retroceso para su partido, porque lo consideran un fanático religioso que hundirá al panismo en los sótanos de la política.
VAN POR partes. Primero aseguran que Felipe Calderón no fue apoyado ni siquiera por 40 por ciento del padrón azul en el país. En la capital apenas votó 15 por ciento de los inscritos y, desde luego, no todos iban en favor del michoacano.
DESDE ESE punto de vista, Calderón no logrará consensuar las suficientes opiniones para que Acción Nacional conserve la Presidencia de la República, por el contrario, obligará a muchos militantes indecisos, y a quienes hace seis años, sin pertenecer al PAN, sufragaron por éste, a tomar otras opciones partidistas.
POR ELLO a la candidatura de Feli-pillo la consideran de una debilidad extrema y peligrosa. Su participación en las boletas, cuando menos en el DF, será una ventaja en contra para cualquiera de los aspirantes que gane la representación de los panistas para correr por la jefatura de Gobierno de la ciudad.
LA PUBLICIDAD que se ha levantado en favor del panista en buen número de medios, electrónicos principalmente, es, según esos análisis, un recurso desesperado del ala cristiana más conservadora y de los que quieren gastar todo lo que sea necesario para conservar cotos de poder, que sólo la derecha que representa Calderón les asegura.
ESO ES pura levadura. Se trata de inflar una candidatura que no tiene la menor consistencia. Calderón es parte de la derecha perdedora que tratará, a golpe de neoliberalismo, de buscar algunos acuerdos con la otra parte de la derecha que lo repudia.
Y ES que los neoliberales saben que no cuentan con Roberto Madrazo, porque ninguna campaña, del tamaño o costo que sea, podría lavar la cara del precandidato priísta, de quien la gente ya tiene una idea bien hecha y es casi imposible de cambiar.
EL CASO de Calderón es un tanto diferente. Dicen que costará muchos miles de millones de pesos acercarlo a los números que exhibe Andrés Manuel López Obrador en las encuestas, pero quieren inflar la candidatura desde los medios electrónicos, por si acaso.
LO GRAVE es que en el PAN los militantes tienen claro que Calderón no es el candidato ni siquiera de la mitad de ellos, y eso de una operación cicatriz no los tiene nada satisfechos.
Y ALLI es donde entra, además, el asunto de la religión. A Feli-pillo se le tiene, por su quehacer religioso, en el lugar de los fanáticos, y eso, si viene de Acción Nacional, es verdaderamente preocupante, señalan.
RECUERDAN LOS azules consultados que una de las acciones de mayor éxito del panismo en 2000 fue quitarse el sambenito de fanáticos que obraba en contra de los acuerdos de otros sectores de la población.
ACCION NACIONAL se había puesto, agregan, por encima del problema religioso, pero ahora, entre el secretario de Gobernación y el candidato Calderón, la etiqueta que nunca se quitaron, pero que habían guardado, hoy volverá como insignia al pecho de los militantes.
TOTAL, MAS que el candidato del PAN, Feli-pillo será una especie de tabla de salvación para quienes, a toda costa, quieren impedir lo que ya parece un hecho: el triunfo de López Obrador, que bien identificado con la gente, sigue muy arriba en las encuestas.