Tercer día sin electricidad en el sur del estado; Jeb Bush ofrece excusas a afectados
Suman 10 los muertos por Wilma en Florida; malestar por la escasa ayuda
Miami, 26 de octubre. El saldo del huracán Wilma, que el lunes pasado golpeó Florida, se elevó a diez muertos, mientras el sureste del estado entró este miércoles en su tercer día sin electricidad y con desesperados residentes que comienzan a perder la paciencia porque no han recibido los artículos de primera necesidad prometidos por el gobierno.
En medio de fuertes críticas a las autoridades federales y estatales por las carencias que sufre la población, la Casa Blanca anunció que el presidente George W. Bush llegará este jueves a Florida, donde visitará las zonas castigadas por el huracán.
"Creo que va a visitar el Centro Nacional de Huracanes -con sede en Miami- y que irá a todas las regiones afectadas por Wilma", declaró a la prensa el portavoz presidencial, Scott McClellan. "Yo sé que a él le gustaría visitar a los habitantes de Florida, si es posible", añadió.
El presidente Bush y su gobierno fueron severamente criticados tras la devastación dejada por Katrina en agosto pasado en Nueva Orleáns, Luisiana y Mississippi, ante su falta de previsión y la lentitud con que actuaron, por lo que ahora el mandatario parece querer cambiar esa imagen en Florida, donde gobierna su hermano Jeb.
Justamente hoy Jeb Bush ofreció excusas a la población y reconoció que las autoridades no han estado a la altura de las circunstancias. Por ello, asumió su responsabilidad ante los retrasos en los centros de distribución de provisiones para los damnificados por el reciente paso del meteoro.
No obstante, el gobernador se defendió al señalar que la gente que hace largas filas para recibir la ayuda debería de haberse preparado mejor para hacer frente a las contingencias frente a la tormenta. "La gente tuvo suficiente tiempo para prepararse. No es tan difícil conseguir alimentos y agua suficientes para 72 horas", dijo.
Unos 3 millones de hogares y de comercios, que representan por lo menos 6 millones de personas, siguen sin electricidad en Florida, a más de 48 horas del paso del ciclón, cuyos daños se estiman entre 4 mil y 8 mil millones de dólares.
Antes de golpear Florida, Wilma castigó el fin de semana la península de Yucatán y la isla de Cozumel, en el sureste de México, causando por lo menos diez muertes. Ahora los informes señalan que también en Florida el meteoro cobró al menos otras diez vidas, la mitad directamente por Wilma y la otra parte debido a accidentes de tránsito provocados por los escombros, según informes de la policía citados por la prensa local.
En tanto, en una escena que se repite por toda la costa este, desde Miami, hacia el norte, hasta West Palm Beach, decenas de miles de personas salieron a las calles en busca de agua, hielo, gasolina y alimentos que los ayuden a sobrellevar la falta de electricidad, que todavía afecta a 6 millones de personas.
Más de 70 puntos de distribución de agua, hielo y alimentos habían sido abiertos en todo el estado, según el gobernador Jeb Bush, y durante los próximos días debían aumentar a más de 80. "Es un sistema complejo y no trabajó ayer (martes) como debía; quizá levanté muchas expectativas. No estuvimos a la altura y por eso acepto la responsabilidad", dijo Bush en una conferencia de prensa.
El alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Alvarez, seguía furioso al señalar que las provisiones prometidas por el gobierno federal se están acabando y no se sabe cuándo renovarán la asistencia. Alvarez dijo sentirse "frustrado, decepcionado y furioso" porque esa ayuda no estaba bajo su control, e insistió en que hay una burocracia lentísima.
Muchos de los centros de distribución no funcionaron el martes, como estaba previsto, y las provisiones se estaban acabando el miércoles, provocando quejas de funcionarios y residentes, y críticas al gobierno estatal y federal, especialmente a la agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), duramente cuestionada por su lentitud ante los efectos del huracán Katrina en Nueva Orleáns.
David Paulison, director interino de la FEMA, manifestó que para evitar largas hileras como las que se registran en la región, "les decimos que tengan (provisiones para) 72 horas de alimentos y comidas. Aparte de eso nos vamos a asegurar de aumentar la línea de abastecimiento".
Muchas de las personas que buscan las provisiones dijeron que simplemente no tienen dinero para abastecerse con artículos de primera necesidad, ante la amenaza de una tormenta. En poco más de un año los residentes de Florida han tenido que hacer frente a ocho huracanes y a los gastos que conlleva prepararse para cada uno.
El director estatal de Emergencias, Craig Fugate, agregó que las autoridades esperaban un impacto mayor en la costa suroeste, sur y en los Cayos de Florida, pero Wilma golpeó más fuerte la densamente poblada costa sureste y las provisiones no llegaron a tiempo luego de que el huracán entró a tierra.
Miles de edificios y residencias resultaron dañados en una extensa área, mientras en los Cayos ocurrieron grandes inundaciones por la marejada ciclónica, pero el miércoles volvían a la normalidad.
El aeropuerto internacional de Miami, uno de los principales del país, abrió el miércoles, pero el de Fort Lauderdale permanecía cerrado. Los principales puertos de la región también habían abierto, excepto el Everglades, en Fort Lauderdale, que se supone que lo haría en el transcurso del día.