Los inconformes dicen estar dispuestos a que el gobierno estatal tome el control
Acusan a Ulises Ruiz de lavarse las manos sobre agresiones en Nundaco
Las 59 familias de San Isidro Vista Hermosa, Oaxaca, refugiadas en un campamento en el Zócalo de la ciudad de México debido a agresiones de grupos armados por el gobierno municipal de Santa Cruz Nundaco, dijeron que aceptarían la destitución de las autoridades de la agencia municipal y que el gobierno estatal tome el control, pero el gobierno de Ulises Ruiz ''dice que no puede hacer nada'' para resolver el problema.
Zoyla Reyes, vocera del grupo, informó que han recibido respuesta a la solicitud -entregada hace casi dos semanas- de una audiencia con el cardenal Norberto Rivera para solicitarle que interceda ante el gobierno oaxaqueño para que puedan regresar a sus hogares. Los desplazados salieron de San Isidro hace tres meses, primero para refugiarse en Tlaxiaco y de ahí decidieron viajar a la ciudad de México.
Detalló que los desplazados de San Isidro se han reunido varias veces con las autoridades de Santa Cruz Nundaco, municipio del que pretenden segregarse desde los años treinta del siglo pasado para anexarse a Tlaxiaco, y pese a que han llegado a múltiples acuerdos ''la gente de Nundaco viola los acuerdos y vuelve a agredirnos''. La última reunión fue el 19 de octubre, y a ella acudió el secretario de Gobierno de Oaxaca, Franco Vargas, quien después los dejó con la subsecretaria de fortalecimiento institucional, María del Carmen Ricardez.
En esa ocasión, indicó Reyes Hernández, ''prácticamente no se avanzó, sólo se hicieron los planteamientos, pero el gobierno del estado dice que no puede meter las manos, que no puede hacer nada. Nosotros pensamos que no quiere; nosotros decimos que el gobierno tome en sus manos y administre la agencia municipal, que estamos dispuestos a hacer a un lado nuestro orgullo y la autoridad que elegimos, pero que nos quiten al agente que nos quiere imponer Nundaco. Que el gobierno administre la agencia hasta que haya condiciones para que nos podamos ir a una asamblea''.
Informó que ayer se reunirían con el secretario de Gobierno y con las autoridades de Nundaco. Entre las exigencias que están en la minuta de la reunión anterior destaca dar garantías de seguridad pública para las 59 familias de San Isidro desplazadas, que ''se evite la presencia de personas que en forma impune disparan al aire, y que se haga el compromiso de evitar cualquier práctica de intimidación''.
Asimismo piden que el gobierno del estado investigue a los responsables de los daños ocasionados a viviendas y que se encuentre ''una solución definitiva en torno a este conflicto, y establecer, más allá de las minutas, un compromiso que honre la tranquilidad y la convivencia''.