VINOS
La copa también hace la diferencia
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Ahora se sabe que el vino tambi�var�su sabor seg� tama�forma y origen de las copas. Para aprender sobre el tema George Riedel ha inaugurado en M�co la escuela S�e Vino. Mesa del restaurante en el hotel Villa Monta�en Morelia, Michoac�FOTO Fabrizio Le�iez
Foto: Fabrizio Le�iez
DICE LA CONSEJA popular que el hábito no hace al monje, y en este caso tendríamos que decir que tampoco la copa al vino. Pero ¿qué cree? Sí hay diferencia entre tomar un pinot noir en una copa diseñada para cabernet sauvignon o hacerlo en una Vinum. Esta reportera habría creído que se trataba de una más de esas poses que no faltan en el mundo del vino, si no lo hubiera degustado con su propio paladar.
George Riedel -miembro de una dinastía que tiene 300 años haciendo copas- estuvo en México para inaugurar la escuela Sé de Vino, y guió una cata muy especial el lunes pasado en Riedel Wine Bar.
A CADA UNO de los convidados se le entregó un juego de cinco copas (inclusive una para agua y una de vino blanco) y en las otras tres igual variedad de tintos. En la Vinum un pinot noir; en la Vinum Extreme un shiraz y en la O-C (sin tallo) el cabernet sauvignon. Nos fue guiando en los tiempos para dejar respirar el vino y dar el primer sorbo, después nos hizo llevar el mismo vino de una copa a otra. Cuando cambiamos el pinot noir a la de vino blanco resultó imposible percibir sus olores, y al probarlo se volvió una cosa que se adhería a la lengua, rasposa. En la copa dispuesta para la varietal de shiraz el pinot noir, resultaba menos agresivo para la lengua pero algunos de sus olores no alcanzaban a desplegarse. En todo vino son tres aspectos los que se aprecian: sabor, olor y color.
PARECE MAS SOFISTICADO de lo que es y resulta muy grato sentir las diferencias. Riedel es una firma austriaca que ha trabajado los diversos tipos de copas a partir del efecto que tienen en la percepción del vino. Pero quienes nos estamos introduciendo en este campo podríamos empezar por aspectos que son básicos, dicen los que saben. Por ejemplo, no se deben usar copas talladas o coloreadas, ya que esos elementos distorsionan los colores del vino (eso quiere decir que las de Bohemia y de cristal cortado quedaron atrás). La copa de vino tinto debe ser siempre más amplia que la de blanco porque el primero necesita moverse para poder respirar.
ASI QUE SI un día de éstos se quiere dar un pequeño lujo puede ir por su O-C, que tiene un costo por pieza de 13.50 euros, o una Vinum Extreme, de 33, o una simple Vinum de 27 (13.24 pesos por un euro al cambio de ayer).
A LO LARGO de la historia, las copas de vino tinto han sido siempre más grandes - diríamos coloquialmente más gorditas, con una parte superior estrecha- que las de blanco, pero no porque se supiera que era necesario dejarlo respirar, sino por protocolo. En toda reunión el anfitrión debía escanciar siempre -aunque contara con una fila de mayordomos- el vino tinto, y para que no tuviera que pararse varias veces a servir se optó por copas grandes. El vino blanco sí era servido por los mayordomos. Para mayor informacion sobre esta peculiar escuela de reciente inauguración puede ponerse en contacto con: [email protected]
CAMBIEMOS AHORA DE TEMA y vamos a las fiestas de Baja California. Los vitivinicultores acaban de realizar la premiación de la 8a edición del concurso internacional Ensenada Tierra del Vino, en el cual participaron caldos de España, Francia, Chile, Argentina, Estados Unidos y, por supuesto, México. Coordinado por Víctor Manuel Torres Alegre, enólogo de Barón Balche, y por Hugo D'Acosta, de Casa de Piedra, este año una de las medallas de oro fue para el vino Unico 2001, de la bodega Santo Tomás (mexicana), y otra para Macouzet Caber-Merlot 2002 de Vinisterra México, entre otros. Jueces internacionales, catadores, sommeliers, enólogos, periodistas y distribuidores tuvieron a su cargo la decisión.