Estado de alerta en Centroamérica por la proximidad de la tormenta tropical Beta
Fidel Castro niega que Cuba haya aceptado ayuda estadunidense por el huracán Wilma
Sólo autorizó la visita a la isla de tres funcionarios de Washington para evaluar daños, dice
La Habana, 28 de octubre. Cuba puntualizó hoy que no ha aceptado ayuda de Estados Unidos a raíz del huracán Wilma y que sólo ha autorizado la visita de tres funcionarios de ese país para evaluar los daños de las inundaciones, de acuerdo con declaraciones del presidente Fidel Castro.
El mandatario aseveró que "Cuba no ha solicitado ayuda internacional", pero que comparte que Estados Unidos, México y otras naciones del área deben ayudarse mutuamente en situaciones de desastres o peligro de desastre natural, acorde con una nota que leyó y que envió su gobierno a Washington al aceptar al equipo de expertos estadunidenses.
"Nosotros aquí no tiramos (cerramos) las puertas, vengan y vamos a conocer sus valoraciones", dijo Castro, al referirse a la noticia que dio el jueves el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, de que ésta es la primera vez que Cuba aceptaba una oferta de asistencia de los estadunidenses en este tipo de desastres.
En un programa de televisión, el líder de la revolución cubana dejó en claro que su país no está aceptando ni un cinco de su eterno enemigo, Estados Unidos, y aprovechó para criticar que en ese país "todavía no saben organizar una evacuación" mientras que en la isla caribeña el huracán Wilma no dejó "ni un muerto".
Los reportes de las últimas horas indican que en Florida suman ya 18 los muertos tras el paso de Wilma, entidad estadunidense donde apenas este viernes comienza a volver a la normalidad con el restablecimiento de la energía eléctrica, de la gasolina y los servicios de agua potable.
La oficina estatal de emergencia en Miami confirmó la víspera que había 14 muertos, a los que sumó luego otros cuatro fallecimientos en accidentes caseros derivados de los estragos del huracán. Además, tanto las autoridades estatales como las federales han recibido fuertes críticas ante la lentitud en el manejo de la ayuda interna.
En tanto, Castro destacó que Cuba aceptó la visita de los funcionarios porque no era la "bobería" de los 50 mil dólares ofrecidos por Estados Unidos a la isla en anteriores emergencias provocadas por ciclones, rechazadas de tajo por La Habana al considerarlas ofensivas.
"Cincuenta mil dolarcitos es lo que se gasta en combustible cuando está a mitad de camino nuestro avión con médicos cubanos a Pakistán", dijo Castro en el programa de la televisión argentina Mesa Redonda, que protagonizó con su amigo el astro del futbol Diego Maradona.
Si bien dijo que Cuba buscará con Estados Unidos, en el contexto de esta visita, un mecanismo para apoyarse en caso de catástrofes naturales como las provocadas por los ciclones, Castro arreció sus críticas a Washington y la Unión Europea por su "falta de solidaridad" con los países pobres abatidos por desastres.
"Es una vergüenza", dijo, y echó en cara a las naciones desarrolladas el carácter "humanitario" de su revolución, que apenas ocurre una tragedia no espera para ofrecer el envío de brigadas de médicos especializados en atender desastres, como recién sucedió con Guatemala, afectado por Stan, y Pakistán, por un terremoto.
El gobernante afirmó que "Europa es una vergüenza, andan hablando de derechos humanos, defendiendo a mercenarios del imperio", un día después de que el Parlamento Europeo concediera el Premio Sajarov de Derechos Humanos al grupo Damas de Blanco, integrado por esposas y familiares de presos políticos cubanos.
"Esa Europa que nos condena, que vota allí en Naciones Unidas como falderilla a las órdenes de Estados Unidos, la reto a que envíen médicos", remarcó Castro.
También denunció el mandatario la "complicidad de los europeos" con la ley Helms-Burton, que endurece el embargo económico impuesto por Estados Unidos a la isla desde hace 43 años.
"Si quieren, que voten con el bloqueo, nada más les falta eso, pronto habrá votación allí, en Naciones Unidas, sobre el bloqueo. Si este país bloqueado puede hacer eso (ayudar en catástrofes), ¿por qué la Europa de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y Estados Unidos no mandan médicos?", cuestionó.
Y se respondió: "Porque no pueden, mejor deberían callarse la boca y no hablar tanta basura".
Mientras, las autoridades centroamericanas y colombianas se mantenían en estado de alerta ante la proximidad de la nueva tormenta tropical Beta, formada el jueves en el Caribe, que avanzaba con vientos de hasta 100 kilómetros por hora, a velocidad baja de unos seis kilómetros por hora.
De momento, esa tormenta se perfila como amenaza para Nicaragua, Honduras y las islas colombianas de San Andrés y Providencia, en el Caribe.
El presidente colombiano, Alvaro Uribe, delineó las medidas de prevención, pero levantó la alerta para San Andrés y la mantuvo para Providencia, donde ya se sentían las lluvias y las primeras inundaciones.
Por su parte, el gobierno nicaragüense de Enrique Bolaños comenzó la evacuación de unas 12 mil personas de las áreas costeras colindantes con Puerto Cabezas, en la región autónoma del Atlántico norte, mientras la población de la ciudad apuraba sus preparativos ante la proximidad de la tormenta tropical.
Nicaragua mantiene la alerta amarilla en todo el país para las próximas 48 horas, pues se estima que Beta podría azotar el domingo el litoral nicaragüense.
Alertas similares se emitieron en Costa Rica y Honduras ante los inminentes aguaceros. Inclusive, en El Salvador tampoco se descartaba que el país resulte afectado.
Este día Beta se hallaba a unos 70 kilómetros al noreste la isla de San Andrés y a unos 300 kilómetros al este-noreste de la ciudad nicaragüense de Bluefields, y se anticipa que el meteoro se fortalecerá y convertirá en huracán en las próximas horas, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami.