Las atribuciones del CNCA deberían estar por debajo del INAH e INBA: expertos
En ciernes, contrapropuesta al proyecto de ley de cultura de Fox
Se evitarían la centralización y la duplicidad de funciones del consejo presidido por Bermúdez
Concluyó en la ENAH un foro que pugna por crear una política de Estado en la materia
Académicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), las universidades Nacional Autónoma de México y Autónoma Metropolitana, así como otras instituciones han comenzado a generar lo que podría convertirse en una ''contrapropuesta" a la ley de cultura presentada el 20 de septiembre pasado por el Poder Ejecutivo al Congreso.
Aunque apenas empieza a perfilarse, la contrapropuesta podría resumirse en que las atribuciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), estarían ''por debajo" de las del INAH y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y su función se restringiría a las áreas de fomento y difusión de la cultura ''que no estén suficientemente coordinadas ni legisladas".
Contra el predominio del CNCA
De acuerdo con la mayoría de los participantes del Foro de Información, Análisis y Reflexión en torno a la Definición de una Política Cultural en México, que luego de dos días concluyó ayer en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), así se evitaría que continúe el ''avasallamiento" del CNCA sobre esas y otras instancias de cultura.
También se impediría, agregaron, la centralización y duplicidad de funciones del consejo -creado en 1988 por decreto presidencial de Carlos Salinas-, como pretende formalizarlo la llamada ley Bermúdez al elevarlo a rango de ley.
Durante los debates casi todos los antropólogos, arqueólogos, historiadores, arquitectos y otros especialistas coincidieron en avanzar en la generación de un gran diagnóstico sobre la cultura en México y en construir una propuesta de política cultural.
Sin embargo, muchos externaron sus reflexiones sobre qué tipo de instancia podría coordinar esa política, las que fueron desde regresar al modelo previo al CNCA de una Subsecretaría de Cultura dependiente de la Secretaría de Educación Pública (SEP), hasta la creación de una secretaría autónoma, pasando por un ''órgano constitucional" como el Instituto Federal Electoral y las de ''fortalecimiento" o ''acotamiento" del propio consejo.
Este último planteamiento fue el que generó más consensos, pero sin que ello signifique, se aclaró, que se abandone la necesidad de un diagnóstico y la construcción de una propuesta de política cultural de Estado acorde con la realidad del país y mundial.
La intención es, como dijo Sergio Yáñez, buscar que el país conserve su rica tradición e identidad y, a la vez, se actualice con los tiempos y cambios positivos de la globalización.
Entre los planteamientos orientados hacia una contrapropuesta figura el de la arqueóloga Aldir González, quien leyó el texto ''Centralismo e invasión de funciones, propuestas legislativas que debilitan nuestra cultura y privatizan el patrimonio cultural de la nación. Elementos para una contrapropuesta a la iniciativa de Ley de Fomento y Difusión de la Cultura".
Durante su participación, González, quien en intervenciones ante legisladores y juristas que avalan la iniciativa de ley de cultura oficial se ha destacado por su claridad de reflexión y argumentación académica, planteó que el CNCA debería transformarse en el ''Instituto Nacional de Fomento y Difusión de la Cultura", también dependiente, como todo el subsector cultural, de la SEP. Y agregó:
''Una Ley de Fomento y Difusión de la Cultura no debe incluir aspecto alguno relacionado con la función de investigación, conservación y difusión especializada del patrimonio arqueológico, histórico y artístico, ni con los institutos federales de cultura, es decir, el INAH y el INBA."
Trabajo interdisciplinario
Aldir González dijo que la contrapropuesta no requeriría de una iniciativa de ley, pues las modificaciones podrían realizarse mediante reglamentos del Ejecutivo por conducto de la SEP, de la que el CNCA es un órgano desconcentrado.
Pese a las simpatías que generó la lectura de su ponencia de 11 cuartillas entre muchos de sus compañeros, la investigadora reconoció que aún le faltan muchos aspectos, y que más bien la propuesta debía ser enriquecida de manera interdisciplinaria por otros especialistas.
En las dos últimas mesas participaron reconocidos investigadores, como Jesús Antonio Machuca, Ana María Saloma, Hilda Iparraguirre y Alejandro Villalobos.
Al concluir el segundo y último día del foro, Yáñez recordó que se hará una relatoría y se continuará informando de los siguientes debates y acciones de la comunidad académica, artística y de los trabajadores para impedir la aprobación de la ley Bermúdez.