Misión cumplida
La música es un patrimonio humano, profundamente humano y se transmite, hereda, delega, expande, de boca en boca, de oído a oído, de un espíritu hacia otro espíritu.
Al dejar su condición de humano para regresar a su lugar de origen, el arcángel Nusrath Fateh Ali Khan ya había dejado su legado fundamental por medio de sus enseñanzas y el escanciamiento de su misión de amor.
Su sobrino Rahat heredó el trono y es reconocido como el sucesor del gran maestro y funge al frente del grupo Party, con el cual continúa sus conciertos en vivo y sus grabaciones discográficas, de las cuales apareció el primero en 2001 y se consigue en México.
Se titula simplemente Rahat (bajo el sello American Recordings) y se escucha el canto qawwal en su dimensión prístina, noble, extensa y extendida. La misión de amor de Nusrat Fateh Ali Khan continúa sonando en los altavoces del mundo. Su alma respira entre nosotros.