Acuerda adherirse a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y a la otra campaña
Forma comunidad zacatecana la asociación civil Ya Basta
Zacatecas, Zac., 29 de octubre. Pobladores de la comunidad rural de La Tesorera, 70 kilómetros al oriente de esta capital, constituyeron en una asamblea la asociación civil Ya Basta, y acordaron firmar la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y sumarse a las tareas de la otra campaña.
En un comunicado dirigido a la comandancia general del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), los habitantes de la comunidad rural perteneciente al municipio de Pánfilo Natera, expresan: "estamos en pie de lucha defendiendo nuestros recursos naturales, nuestra salud y nuestra dignidad", y declararon que aceptan firmar la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.
"En la medida que nos ofrece (...) a los explotados del campo y la ciudad un camino hacia la construcción de un programa nacional de lucha que sea capaz de unificar nuestros esfuerzos (...) hacia la elaboración y puesta en vigor de una nueva Carta Magna que exprese los verdaderos intereses del pueblo de México, y defienda celosa e intransigentemente nuestra soberanía nacional."
Los habitantes de La Tesorera formularon "una atenta y formal invitación al delegado cero, es decir, el subcomandante insurgente Marcos, del EZLN, para que visite nuestra pequeña y humilde comunidad cuando esté por acá, en mayo del próximo año. Nada nos daría más gusto que recibirlo, compartir con él una tortilla y platicarle cómo ha sido y es la lucha de nuestro pueblo por defender su dignidad".
Dicha lucha, recordaron, se intensificó en 2004, cuando "tuvimos que defendernos de la empresa llamada Grupo Constructor Plata, del millonario del sexenio pasado, Luis Humberto Godoy, prestanombres del entonces gobernador Ricardo Monreal Avila, quien abrió un banco de piedra e instaló una productora de asfalto cerca de la comunidad, causándonos grandes perjuicios.
"Como usaban explosivos para sacar la piedra del cerro, las vibraciones del suelo ocasionadas por las detonaciones causaron graves daños a nuestras casas y los gases tóxicos que despedía la planta asfaltadora, dañaban nuestra salud, principalmente la de los niños y los ancianos: dolores de cabeza, de barriga, mareos y vómitos."
Por esa lucha y "a pesar de que nos enfrentamos nada menos que con el grupo en el poder, logramos el cierre definitivo de la planta y el banco de materiales (...)".
Sin embargo, agregan, "ahora, otra constructora, Rivera y Rivera, que no descartamos sea prestanombres de Constructora Plata, abrió otra productora de asfalto, nada menos que en nuestras propias narices, en el entronque de nuestra comunidad en la carretera Zacatecas-San Luis Potosí, y acarrean la piedra y la grava de una mina, atravesando de lado a lado nuestra comunidad".
Para ello, denunciaron, la "nueva empresa compró al presidente del comisariado ejidal, Honorio Alemán Maldonado, quien, sin consultar a la comunidad, les vendió nuestras reservas comunitarias de piedra, grava, arena y agua".
Esto motivó a que "desde hace poco más de dos semanas estamos plantados todos (...) en el camino que lleva a la mina de donde estaban saqueando dichos materiales, para impedir que entren los camiones de volteo a consumar dicho saqueo".
Tras dos semanas de plantón, agregan, "el gobierno de izquierda de Amalia García ha guardado silencio, y los ha acosado con la policía preventiva, los ha amenazado, advirtiéndoles que los camiones "van a pasar porque van a pasar".