DIETA SI, QUORUM NO | 31 de octubre de 2005 |
"Está informando a las bancas",
interrumpió un diputado federal la
somnolienta sesión del 29 de septiembre pasado. El secretario de
Hacienda, Francisco Gil, defendía ante el pleno el paquete
económico
para 2006. Sólo había medio centenar de curules ocupadas,
10 por ciento
de las 500 que alberga el recinto. Si el debate sobre el ingreso y
gasto públicos merecen tan escasa atención, no parece
igual cuando se
trata de aprobar sus dietas.
María del Pilar Martínez Es la 18 reunión a la que convoca la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados, pero, como en otras tres ocasiones, el quórum no es suficiente, al menos 15 de los 29 diputados que la integran. Se deben revisar cinco dictámenes, uno de gran trascendencia relacionado con el régimen de jubilaciones y pensiones del Instituto Mexicano del Seguro Social. Pero el momento político y la integración de la Cámara de Diputados no propician las mayorías, explican asesores, por lo que el proceso legislativo se vuelve lento y costoso. En el segundo año de esta legislatura las iniciativas que se han dictaminado sólo alcanzan ocho por ciento de las presentadas. A cada legislador se le paga una dieta mensual de 69 mil 425 pesos, un apoyo para actividades legislativas hoy asciende a 25 mil, más otros 25 mil 660 para la atención ciudadana. A lo anterior deben sumarse los recursos para el trabajo en comisiones, como en la de Recursos Hidráulicos, que cuenta con 30 mil pesos para sus actividades, la mayoría en los estados, además de los ocho mil al mes que se les otorga a los diputados para gestión, explica el presidente de dicha comisión, el priísta Fernando Ulises Adame de León. La percepción ciudadana sobre el trabajo de la Cámara de Diputados no es favorable. Así lo muestran las cifras que ofrecen instituciones e investigadores sobre la productividad de los diputados de la LIX Legislatura. Lo que se advierte es opacidad y lentitud en las comisiones donde, según los diputados se hace el verdadero trabajo parlamentario. Con un presupuesto de tres mil 933 millones de pesos para este ejercicio, los legisladores han producido más iniciativas, no así resultados en dictámenes. En las reformas fundamentales, como la fiscal, la energética y la laboral, ni siquiera se ha iniciado una discusión para emitir un dictamen y presentarlo al pleno de la Cámara. En la LIX Legislatura se han presentado mil 746 iniciativas, de las cuales se han aprobado 136 proyectos y mil 551 están pendientes; 59 fueron desechadas, entre ellas cinco que envió el presidente Vicente Fox. En la LVII Legislatura (1997-2000) se recibieron 606 proyectos, 32 del Ejecutivo y el resto de las fracciones parlamentarias. Entre 2000 y 2003 se presentaron casi mil 240 proyectos, de los cuales 61 correspondieron al Ejecutivo. "La democracia siempre implica más tiempo e inversión de recursos y desplegar una mayor capacidad técnica; el tiempo que lleva la aprobación de una reforma en poderes divididos incrementa su costo económico; es más alto en este sistema porque es más lento para tomar decisiones", dijo Alvaro López Lara, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, quien estudia el desempeño legislativo del PAN durante el gobierno foxista. De acuerdo con expertos, los grupos parlamentarios más grandes tienen los promedios más bajos de iniciativas presentadas por diputado, aunque el volumen de legislación iniciada por partido es muy alto. Los niveles de asistencia de los legisladores disminuyeron, según consta en los indicadores de desempeño legislativo. Durante el segundo año de ejercicio de la LIX Legislatura el promedio de asistencias fue de 70.12 por ciento, 18.5 por ciento menor que en el primer año, mientras la asistencia a votaciones en la Cámara de Diputados disminuyó de 84.5 por ciento del primer año a 74.9 en el segundo. Además, el sistema de comisiones mostró una concentración del trabajo legislativo, pues de los 403 dictámenes elaborados durante el segundo año de ejercicio, 326 (81 por ciento) se concentran en nueve de las 42 comisiones permanentes. Costos A la baja productividad legislativa debe añadirse el costo de la falta de profesionalización y las limitaciones del proceso de aprendizaje de los legisladores, asociado con el constante cambio ante la imposibilidad de la relección. El presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos reconoce que en el primer año de trabajo se advierte gran inexperiencia de muchos legisladores, que los lleva a aprobar el presupuesto sólo porque "se cree" que es lo mejor. Para determinar si el trabajo parlamentario es costoso debe preguntarse si la Cámara de Diputados es suficientemente representativa, o si es simplemente deficiente. Al asunto de la eficiencia debe añadirse la cuestión acerca de la suficiente representatividad de los diputados y su relación con un sistema institucional de responsabilidad pública. "Nadie puede pedir cuentas a un legislador por rechazar una reforma fiscal. No se les puede premiar ni castigar porque se suman a una responsabilidad colectiva difícil de identificar. En eso estriba parte del alto costo de la representación política en México. Hablamos de una cámara que tiene un desempeño muy fluctuante", apunta López Lara. El escenario previsible del fin de la LIX Legislatura es que el interés de los diputados por los temas más relevantes, irá decayendo por el ciclo político y el inminente proceso electoral, así como por el incentivo de buscar espacios para seguir figurando. Dinero, dinero El trabajo por grupo parlamentario varía sustancialmente, pero se mantienen los grandes recursos que cada año se aprueban para realizarlo. No hay manera para hacer suficientemente transparente los 12.5 millones de pesos que mensualmente se destinan para atención ciudadana y gestión social a los 500 diputados quienes, por supuesto, prefieren autofiscalizarse. El portal de la Cámara de Diputados en Internet informa que se han autorizado 789 viajes: para los diputados de la mesa directiva; para legisladores en representación de la Cámara de Diputados, y para comisiones y comités. En promedio se otorgan 25 mil pesos como viáticos y eso representa gastos aproximados de 20 millones. Hay que añadir 88.6 millones en seguros de vida, gastos médicos y en bienes inmuebles de los diputados y trabajadores de la Cámara. El mantenimiento y las actividades que se desarrollan tienen un costo estimado de 3 mil 915 millones de pesos, 676 millones más que el año anterior, que se han destinado para cubrir el aumento de 11 por ciento de sus prestaciones salariales. El informe de gastos para todo el año se divide en seis
partidas. Para gastos generales, por ejemplo, que incluyen dietas,
sueldos, prestaciones, aguinaldos e impuestos se destinarán 2
mil
millones de pesos. En servicios generales se asignarán mil 562
millones
para servicios de asesoría a centros de estudio, difusión
de
actividades legislativas y asignaciones presupuestales a grupos
parlamentarios § |