Las afirmaciones de Lauro López contrastan con el conformismo de Abascal y Fox
El plan migratorio de Bush sólo beneficia a polleros: nuevo subsecretario de Población
Gobernación sigue la línea de Los Pinos y dice respetar la soberanía de Washington
Ampliar la imagen Lauro L�, nuevo subsecretario de Poblaci�asegur�e las nuevas medidas de seguridad en Estados Unidos no eliminan el fen�o de la migraci�En la imagen, un mexicano se oculta de miembros de la Patrulla Fronteriza en Ciudad Ju�z FOTO Guadalupe P�z Foto: Guadalupe P�z
El reforzamiento de la seguridad fronteriza entre México y Estados Unidos -anunciado por el presidente George W. Bush- obedece a "causas políticas" porque atribuir una mayor inseguridad con el paso de migrantes no es exacto, advirtió Lauro López Sánchez, nombrado ayer subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación (SG).
Por la mañana, en su última aparición pública en calidad de comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), el funcionario dijo que medidas previstas por Washington no eliminan ni desalientan este fenómeno en la frontera con México y, en cambio, fortalecen el trabajo de los traficantes de personas, mejor conocidos como polleros.
"Sinceramente creo que los flujos de migrantes son como el agua: van por el espacio que queda...Desafortunadamente (con el anuncio de Bush) el paso por la frontera se hará más difícil y costoso, es decir, se vuelve un negocio más redituable para los traficantes y tratantes", dijo al término de la inauguración de un encuentro internacional de expertos en migración, convocado por agencias de Naciones Unidas y el Consejo Nacional de Población (Conapo).
En su mensaje pronunciado frente a especialistas en el tema, señaló que "no podemos permitir ni aceptar el resurgimiento de actitudes y prácticas xenófobas y discriminatorias que entran en franca contradicción con el respeto a los derechos humanos y las aspiraciones democráticas y de equidad de las naciones".
En cambio, el titular de la SG, Carlos Abascal Carranza, prefirió secundar el mensaje del presidente Vicente Fox de que Estados Unidos es soberano para determinar lo que considere conveniente dentro de su territorio. Argumentó que si México tiene el derecho de vigilar su frontera sur, el vecino país del norte tiene el mismo derecho y deber, siempre que lo haga con pleno respeto a la dignidad de las personas.
"El chiste en este asunto está en dar orden a los cruces fronterizos para que no se ponga en riesgo la dignidad de las personas ni la seguridad interior de los países. Estados Unidos no va a cerrar las fronteras, sino a intensificar la vigilancia para evitar el cruce desordenado de migrantes", dijo en entrevista.
Según Abascal, el gobierno foxista no está "avalando absolutamente nada" en torno a lo que Bush denominó como "cerca virtual", con el reforzamiento de instrumentos tecnológicos para la detección de indocumentados en la franja fronteriza.
Lo que estamos haciendo -agregó el secretario de Gobernación- es respetar a la nación vecina que toma una serie de decisiones, pero al mismo tiempo pedir en todos los tonos, de manera diplomática, administrativa y política que se respeten los principios con los que México ha comprometido su cooperación en este asunto de interés compartido con Estados Unidos.
Antes, el funcionario repitió los buenos deseos del gobierno mexicano para que algún día se firme un acuerdo migratorio con la administración Bush que incluya reformas en la materia y un programa de empleos temporales, porque el problema migratorio -apuntó- debe ser abordado con responsabilidad bilateral. Dijo además que persiste el diálogo con la contraparte estadunidense para alcanzar una solución favorable.
Por su parte, López Sánchez sostuvo que la estrategia del gobierno estadunidense tiene "ingredientes políticos" porque los problemas de seguridad de la frontera "no siento que sean de la magnitud, de la gravedad, como se está subrayando".
En este mismo tono, la secretaria general del Consejo Nacional de Población (Conapo), Elena Zúñiga, dejó en claro que a pesar de todas las medidas que se han tomado para amurallar la frontera, para militarizarla, no se ha logrado detener los flujos migratorios.
La posición de México es que sí se requieren medidas para dotar de una mayor seguridad a esa área, pero con "responsabilidad compartida" entre ambas naciones, pero sobre todo abrir canales legales para la migración, porque ese fenómeno histórico y estructural difícilmente se podrá detener con medidas policiacas.
Si bien existe un vínculo entre migración y seguridad, este problema no se resolverá sólo con mayores controles unilaterales, agregó Zúñiga en el contexto de la reunión de expertos en migración internacional y desarrollo en América Latina y el Caribe, en el cual los participantes coincidieron en que la fuerza laboral de los migrantes, incluidos los indocumentados, ha constituido un factor esencial para el crecimiento económico de Estados Unidos.