Cuba mantiene a raya el virus
La Habana, 30 de noviembre. Cuando Cuba detectó en 1986 su primer caso de sida entre los militares que regresaban de Angola y Mozambique, las autoridades de la isla se pusieron en alerta.
Entonces el virus era en gran medida desconocido, y los 300 mil soldados que lucharon durante 10 años en esas naciones de Africa eran potenciales portadores.
Las autoridades médicas se apresuraron a examinar al personal militar que retornaba de esas misiones, detectaron decenas de casos y reconstruyeron sus historiales sexuales.
Los infectados fueron encerrados en sanatorios, política controvertida que despertó críticas internacionales.
Empero, casi 20 años después, Cuba tiene una de las tasas de infección de VIH más bajas del mundo: 0.1 por ciento de la población sexualmente activa.
El porcentaje es seis veces menor que en Estados Unidos y representa una excepción en el Caribe, la segunda región del mundo por número de casos después del Africa subsahariana, con una prevalencia media de 2.3 por ciento, según el programa Onusida.
El gobierno de la isla eliminó la cuarentena en 1993 y desde entonces permite que las personas con VIH vivan normalmente, tras un curso de tres meses donde aprenden a cuidarse y no propagar el virus.
El acceso universal y gratuito a medicamentos antirretrovirales genéricos ha mantenido los casos de sida y las muertes a niveles muy bajos, dice Onusida.
''Aunque dolorosa para las personas confinadas, la cuarentena fue efectiva para frenar la primera ola de la epidemia que venía de Africa. En eso fue muy efectiva", resume el médico Jorge Pérez, director del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri de La Habana y principal experto cubano en sida.
Reuters