Concluyó el segundo Coloquio Internacional de Editores Independientes
Representantes de 40 países, por impulsar leyes del precio único para los libros
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Carlos Monsiv� y Rafael Barajas El Fisg�resentaron en la capital de Jalisco, El pa�del Ahuizote, libro del caricaturista de La Jornada FOTO Arturo Campos Cedillo
Foto: Arturo Campos Cedillo
Guadalajara, Jal., 30 de noviembre. Hace una década, Inglaterra suprimió la ley del precio único para los libros; ahora ya no existen librerías en ese país. En 1981, Francia adoptó esa norma y las librerías volvieron a florecer, pero como no fue creada una ley para el precio único de los discos, desaparecieron las tiendas de música, barridas por el monopolio de la cadena FNAC.
En la Cámara de Diputados de México está esperando turno para ser votado el proyecto de la ''ley del libro y fomento a la lectura" que ''debe ser aprobada de inmediato", exigió hoy aquí, al terminar sus trabajos, el segundo Coloquio Internacional de Editores Independientes.
Representantes de 40 países y siete lenguas -español, catalán, francés, portugués, italiano, rumano y árabe-, vinculados con 72 editoriales independientes de América, Asia y Africa, articulados en la Alianza de los Editores Independientes, organismo no gubernamental fundado en 1999, que tuvo su primer coloquio en Dakar hace dos años, arribaron hoy a cuatro conclusiones, que serán la base de un plan de trabajo para los dos años que vienen:
Apoyar a los editores independientes, circular información sobre las ventajas mundiales de la ley del precio único, fomentar encuentros entre editores, libreros y en general todos los actores de la cadena del libro y propiciar para ellos una mejor situación económica, poniendo a los creadores en el centro de la cultura.
''Queremos integrar a los bibliotecarios, estimularlos para que den consejos de buenas lecturas a los niños", dijo la editora francesa Anne-Marie Métailié, cuya firma publica en Francia a numerosos escritores latinoamericanos, y para quien Editions Métailié, fundada en 1979, habría sucumbido bajo el poder de la FNAC si en 1981 Europa no hubiese adoptado la ley del precio único.
El libro es como el pan y la leche
El poeta Sandro Cohen, director de la editorial Colibrí y uno de los pilares de este encuentro, recordó las batallas del pueblo de México en contra del IVA a los libros y, en nombre del derecho universal a la bibliodiversidad -o diversidad cultural, como también se le llama-, considerada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en peligro de extinción, afirmó: ''Tenemos que seguir luchando para que se respete el derecho humano a que haya libros para todos, porque el libro no es un BMW, es como el pan y la leche".
El coloquio puso de relieve la situación del libro en Angola, donde 80 por ciento de la población es analfabeta y todo lo que se lee proviene de Europa ; en Costa Rica, donde los tirajes son de 300 ejemplares y tardan años en agotarse; en México donde hay una librería cada 50 mil kilómetros cuadrados, y en todo el mundo occidental donde 45 por ciento de las traducciones son de libros estadunidenses, y más de 80 por ciento del espacio de todas las librerías es ocupado por basura de autoayuda y best seller.
En forma paralela, los editores independientes emitieron una declaración de solidaridad con su colega mexicano, Fernando Valdés, preso en el Reclusorio Norte de la ciudad de México acusado de ''piratería", cuyo caso es del fuero civil y no penal, por lo que demandaron su excarcelación inmediata.