La UNAM derrotó 4-0 al equipo argentino, con tres de Marioni y uno de Palacios
Pumas a la final de la Copa Sudamericana; aplastó al Vélez
Es un triunfo increíble, ahora hay que disfrutrarlo, dijo emocionado Bruno
Abuchean al silbante Jorge Larrionda por no marcar una mano de Mariano Uglessich
Ampliar la imagen Marco Palacios (derecha) festeja con su compa� Gonzalo Pineda el gol que le anot� conjunto argentino FOTO Reuters Foto: Reuters
El baile del triunfo se celebró anoche en Ciudad Universitaria. Pumas derrotó 4-0 (mismo marcador global) al Vélez Sarsfield y ganó el derecho de jugar la final de la Copa Sudamericana.
El "como no te voy a querer..." se cantó a todo pulmón y fue más que justificado por la entrega y calidad que mostraron los jugadores de la UNAM.
"Un triunfo increíble. Ahora estamos en la final y hay que disfrutarlo", señaló Bruno Marioni, quien tuvo una noche redonda al marcar tres de los cuatro goles de la noche.
El virus de la alegría empezó a circular por la pobladas tribunas del estadio México 68 desde el minuto 17. El brasileño Leandro Augusto cobró un tiro de esquina por el sector derecho y Marco Antonio Palacios apareció en el área para rematar de cabeza y vencer al portero Gastón Sessa. Era el 1-0.
El duelo fue muy cerrado la mayor parte de los primeros 45 minutos. De hecho el conjunto mexicano únicamente tuvo otra oportunidad real de hacer daño. Fue al minuto 26, cuando Gonzalo Pineda no pudo rematar acertadamente un pase de Leandro.
La visita no logró penetrar la defensa auriazul. Pareció que ingresaba al club de los suicidas con el excesivo toque lateral. Lo único que logró fue una lluvia de silbidos al minuto 36 por su insistencia en ese recurso inútil.
Pero su situación empeoró al 38, cuando Fabián Cubero fue expulsado por el árbitro, el uruguayo Jorge Larrionda, quien no dudo en mostrar la tarjeta roja al jugador visitante tras la artera entrada que le hizo al brasileño Ailton da Silva.
Aquí el silbante se ganó el aplauso de la concurrencia; sin embargo, al 44 de acción sólo cosechó recordatorios familiares por no marcar una mano en el área de Mariano Uglessich.
Al regresar del descanso los del Pedregal dieron un empujón más la Vélez rumbo al infierno. Marioni, casi desde el semicírculo del área, mandó un disparo que terminó en el fondo del marco, para el 2-0 al minuto 50.
Aunque estaban prácticamente liquidados los visitantes no dejaron de luchar. Esto provocó que el encuentro se hiciera más entretenido porque Pumas jamás renunció a ir al frente.
La tercera anotación, al 76, arrancó los aplausos porque Bruno dejó pasar el balón entre las piernas y luego dio el letal taconazo.
El marcador se hizo más escandaloso al 87, cuando el mismo Marioni conectó con la cabeza en el área, para el 4-0. El ole, ole, ole, ole fue un colofón a este histórico triunfo universitario.