Católicas
por Derecho a Decidir
El ejercicio indebido de un derecho
“No
hay violación en el matrimonio, sólo se realiza el ejercicio
indebido de un derecho”, así resolvió la Suprema
Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en 1994 en que sentó con
esta tesis de jurisprudencia un antecedente ofensivo contra los derechos
y la dignidad de las mujeres. Con ella sentenciaron, durante once años,
a un número importante de mujeres mexicanas a padecer una sanción
sin juicio previo, a recibir una pena ilegal y de hecho contra la libre
determinación sobre el ejercicio de su sexualidad.
Desde entonces, algunos jueces utilizaron este criterio para resolver
casos de violación en el matrimonio. Ha sido aplicado aún
en contra de las reformas introducidas en 1997 tanto en el Código
Civil como en el Código Penal Federal, que tipifican como delito
la violación conyugal; además de las legislaciones de 20
estados de la República que establecen que, en el delito de violación,
el bien jurídico tutelado es la libertad sexual, aquella que tiene
toda persona para decidir si desea tener relaciones sexuales y con quién.
El 16 de noviembre de 2005, once años después de la primera
intervención de la Corte en este asunto, bajo la presidencia de
la ministra Olga Sánchez Cordero –quien ha buscado la rectificación
desde 2003–, la SCJN resolvió que cuando uno de los cónyuges
obtiene la cópula por medios violentos, sean físicos o
morales, queda debidamente integrado el delito de violación. El
que este resolutivo de la SCJN se haya dado a conocer en el contexto
de la conmemoración del 25 de noviembre, Día Internacional
de la No Violencia hacia las Mujeres, es una razón más
para celebrarlo y aplaudirlo. Indudablemente esta resolución es
un paso importante en la lucha por erradicar la violencia contra las
mujeres.
La violación en el matrimonio es un acto que atenta contra los
derechos humanos de las mujeres, que las daña física, moral
y psicológicamente; es un acto infame de negación de su
poder de decisión, es además agravado por ser cometido
en el espacio de mayor confianza para la mujer: el ámbito conyugal.
Las organizaciones de la sociedad civil que nos dedicamos a la defensa
y promoción de los derechos sexuales y los derechos reproductivos
como derechos humanos, y que hemos venido trabajando para lograr este
resolutivo, debemos ahora llevarlo a las instancias internacionales -Convención
para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
Hacia las Mujeres y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos-,
para que sirva de referente en la construcción de un orden internacional
más justo, que considere a las mujeres como sujetos de derecho
pleno, como agentes morales capaces de tomar decisiones a quienes debe
respetárseles su derecho a decidir sobre su sexualidad; un orden
internacional que avale el poder de decisión vinculado a una ética
y una moral propias e incuestionables.
Este es y ha sido nuestro compromiso desde Católicas por el Derecho
a Decidir, quienes celebramos, junto con todas las mujeres mexicanas,
este resolutivo que reconoce que la mujer no pierde su libertad sexual
al casarse ya que dispone plenamente de su cuerpo, su sexualidad y mantiene íntegra
su autoridad moral.
Un tema como este pone además en evidencia lo que hemos venido
planteando respecto a la caracterización de las familias y a la
necesidad de develar la violencia intrafamiliar como un flagelo vigente
y creciente ante el reclamo de autonomía de las mujeres. Que una
instancia tan importante como la SCJN haya reconocido que puede haber
violación en el marco del matrimonio es una base incuestionable
para promover la discusión acerca del matrimonio y las familias,
en tanto lugares en donde puede haber tanta crueldad como armonía.
No necesariamente espacios solamente de amor y protección.
Aplaudimos la Resolución de la Corte y el empeño de la
ministra Olga Sánchez Cordero para que se llegara a este resolutivo.
Este 25 de noviembre continuamos trabajando en la construcción
de políticas públicas que sean asumidas por el Estado y
sus instituciones en la defensa y promoción de los derechos humanos
de las mujeres, lo que permitirá crear una nueva cultura, que
haga imposible el fenómeno doloroso e inadmisible del feminicidio,
que marca cada año el tema de esta celebración: Día
Internacional de la No Violencia hacia las Mujeres.
¡
Demandamos que cese la impunidad y se haga justicia ante los asesinatos
de mujeres en Cuidad Juárez y Chihuahua!
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