La tregua
La tregua político-electoral de fin de año decretada por el Intituto Federal Electoral (IFE) no tiene más que un objetivo: permitir al foxismo-salinismo replantearse su estrategia para 2006, luego del fracaso absoluto de sus iniciativas de 2005, y del panorama crítico que se presenta para los intereses privados que ambos representan en el año próximo.
1. La tregua navideña, que según el IFE permitiría desintoxicar el enrarecido ambiente electoral, no es más que consecuencia del desconcierto que evidencian tanto Carlos Salinas como Vicente Fox y sus amigos ante el crecimiento de la campaña de Andrés Manuel López Obrador, ya precandidato del PRD, del PT y de Convergencia, y la imposibilidad que han encontrado de detenerlo.
2. Vicente Fox inicia el último año de su deplorable sexenio inmerso en una desenfrenada campaña de autoelogios, en la que nadie cree, más que sus asesores de Los Pinos, y enfrentando críticas de todos los horizontes económicos y políticos. Situado, en otras palabras, ante un escenario que es el de su propio fracaso luego de seis años de ineptitudes, de mentiras y de entreguismo, y ante la perspectiva de no tener más opción que apoyar al candidato panista Felipe Calderón, al que tanto detesta, buscando su hipotético triunfo, a pesar de las ínfimas posibilidades que éste tiene, con el interés de que pueda cuidarle las espaldas a él y a su familia luego de estos años de desenfrenada corrupción del grupo gobernante. Y, por si fuera poco, enfrentando ahora no sólo el repudio de sus correligionarios panistas y de muchos empresarios, sino también el de los tecnócratas salinistas.
3. El evidente distanciamiento entre Fox y su guía y protector Carlos Salinas de Gortari, luego de más de seis años de complicidades entre ambos que permitieron a Salinas impulsar a Fox a la silla presidencial, y a éste proteger los narcointereses de Salinas y poner libre a su hermano Raúl, se da luego de la fracasada iniciativa de ambos para desaforar e inhabilitar como candidato a López Obrador y de su incapacidad para condensar una candidatura que les permitiese el triunfo en 2006. Fox no pudo imponerle al PAN a Creel, y Salinas, aunque impuso a Madrazo en el PRI, lo logró con el alto costo de dejarlo en el más absoluto desprestigio, de manera que 2006 pinta mal para ambos.
4. El distanciamiento de Salinas con el foxismo, que estará marcando este inicio de la campaña electoral, se hizo evidente cuando éste habló hace unos días del fracaso de Fox durante una conferencia en Aguscalientes, lo cual inició una escalada de críticas de diversos sectores de las cúpulas políticas y empresariales hacia el gobierno actual, de la que la descalificación que hizo Guillermo Ortiz (director del Banco de México) no fue sino un episodio más.
5. Las disputas palaciegas de la elite tecnoburocrática que ha gobernado desde 1988 no augura, desde luego, nada bueno para México, pues esas redes de intereses empresariales creadas en los últimos tres sexenios, y que ante el temor de perder sus privilegios parecen dispuestas a todo, impusieron la "tregua" con el objetivo de reorganizar su estrategia para conservar el poder.
6. La preocupación es, empero, sólo de un sector de neoempresarios enriquecidos por su contubernio con Salinas, con Zedillo o con Fox, y que se escudan en la jeringonza sobre "las reformas estructurales", pues a los grandes consorcios trasnacionales, que se sienten más allá de la coyuntura considerándose intocables gane quien gane, no parecen preocuparles mayormente los naufragios de Felipillo y de Madrazo.
7. Las agrupaciones empresariales que ellos controlan, y los medios masivos de comunicación a su servicio, están desplegando, por lo mismo, un activismo electoral que no va a tener tregua alguna. Y es en ese escenario que está apareciendo, también con inusitado activismo, la figura de Carlos Slim, "el cuarto hombre más rico del planeta", a quien todo mundo identifica como el principal prestanombres de Carlos Salinas de Gortari, que sería en realidad "el cuarto hombre más rico del planeta", y quien ahora pretende tener autoridad moral para dictar programas y consignas a los precandidatos, y preconizar la privatización de los recursos, servicios y áreas estratégicos de México.
8. La imposición del proyecto neoliberal en América Latina no ha requerido hasta ahora más que de gobernantes corruptos, zafios y desechables, desde Pinochet hasta Fox, cuyo único requerimiento ha sido tener una incondicionalidad hacia los organismos financieros internacionales y el gobierno de Washington, por lo que poco ha importado que no puedan improvisar un discurso coherente ni escribir una frase sin faltas descomunales de ortografía, como hizo el miércoles 1º el casi analfabeta Vicente Fox en su "dedicatoria" en la Escuela Secundaria Anexa a la Normal Superior. En diversos círculos de empresarios enriquecidos por el tráfico de influencias prevalece hoy, no obstante, la impresión de que la selección de los candidatos del PRI y del PAN de 2005 fue fallida, y que los días de los negocios fáciles pueden haberse terminado para ellos.
9. La candidatura de Felipe Calderón no tiene posibilidad alguna de despuntar por la nula visión de Estado del panista, a pesar de la cargada de ciertos grupos empresariales y de la falsificación de algunas encuestas buscando darle impulso. El ya casi candidato se ha encargado con ahínco de hacer ver su inviabilidad al mostrarse incondicional de Washington en temas capitales como la energía o la migración, presentando al PAN en una versión autóctona del Partido Republicano de Estados Unidos. Y la de Madrazo adquiere cada día más un perfil abiertamnente gangsteril.
10. México no es una democracia y, ante los tejemanejes de la "clase política", 2006 se anuncia, por eso, como un año en el que el principal actor para evitar un desastre nacional ha de ser, una vez más, el pueblo mexicano.