Prevé el director de la organización que aumentarán violaciones a derechos humanos
La edificación de muro en la frontera no detendrá el flujo migratorio: Centro Pro
Detrás de las nuevas medidas del presidente de Estados Unidos hay una actitud racista
Ampliar la imagen El endurecimiento de las medidas antimigrantes en Estados Unidos, s�un paliativo al problema FOTO J. Guadalupe P�z Foto: J. Guadalupe P�z
La construcción de muros fronterizos no detendrá las oleadas migratorias hacia Estados Unidos, pero sí pondrá en mayor riesgo a mexicanos y otros latinos que buscarán rutas alternas más peligrosas, afirmó David Velasco, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.
Las medidas anunciadas por el gobierno del presidente estadunidense George W. Bush representan un paliativo, una salida "menor" a un problema que tiene más aristas y todas ellas de mucha gravedad, manifestó.
"Querer detener el flujo migratorio de México y Centroamérica con un muro es desafiar a los migrantes para que busquen otras maneras peligrosas de internarse en Estados Unidos."
El endurecimiento de las políticas migratorias provocará mayores violaciones a los derechos humanos de los migrantes, "que sean tratados como animales y cazados" por la Patrulla Fronteriza, expresó.
Dijo que esa decisión viola el derecho a la vida, a recibir trato justo, al trabajo.
Detrás de estas medidas siempre hay un racismo que se quiere ocultar o no se quiere ver este fenómeno en todo su dramatismo, aseveró el director de esa organización de la Compañía de Jesús.
Precisamente por la existencia de bardas en la franja fronteriza de Baja California y Sonora han muerto cientos de migrantes que fueron empujados a buscar una ruta más difícil, que es la del desierto.
Se mostró pesimista de que el gobierno mexicano pueda detener el proyecto de Bush, porque hasta ahora la negociación migratoria ha sido infructuosa.
Actualmente el Servicio Jesuita de Migrantes ha venido estableciendo con varias redes de Centroamérica, Estados Unidos y Canadá una de apoyo a migrantes, con el propósito de orientarlos y darles cobijo en casas de asilo temporal.
También hay un sistema de organizaciones, iglesias locales, parroquias y capillas, en lo que se ha llamado ruta del Golfo, que atiende a los indocumentados.
De igual forma, un análisis de la organización Sin Fronteras establece que las políticas que implican la construcción de bardas, aumento de agentes y uso de tecnología para el control migratorio pasan por alto las causas del fenómeno.
"Para reducir la migración es necesario dar alternativas en el país de origen, no levantar bardas", señala.
De acuerdo con esta organización especializada en migración y atención a refugiados, las causas del éxodo de habitantes hacia otros países son el subempleo y salarios bajos, pobreza y marginación, reunificación familiar, catástrofes naturales y falta de alternativas de vida.