Respeto su decisión de buscar el cambio por otra vía, dice
En zona zapatista, AMLO descarta reunirse con Marcos
Ofrece acabar con la violencia a partir de que haya justicia
Ampliar la imagen Roberto Madrazo Pintado durante su gira proselitista por Monterrey, Nuevo Le�OTO Notimex Foto: Notimex
Comitan, Chis., 3 de diciembre. En su recorrido por la zona de influencia zapatista, el precandidato presidencial perredista, Andrés Manuel López Obrador, hizo sus primeras definiciones en torno al subcomandante Marcos. Los dos somos de izquierda -dijo-, aunque "nosotros impulsamos un movimiento por la vía electoral y él ha considerado que los cambios no deben transitar por esa vía". Así, descartó que vaya a reunirse con el líder zapatista, porque "ellos han decidido seguir otra ruta".
López Obrador salió del territorio chiapaneco luego de un día en el que pasó por el Comitán de Rosario Castellanos y Belisario Domínguez, pero también de Absalón Castellanos y Elba Esther Gordillo. "Va a ser muy difícil que lleguemos a un pacto con los dirigentes de los maestros, pero con los profesores sí vamos a ponernos de acuerdo", garantizó.
En el esplendor de Palenque, los padres de López Obrador vivieron los últimos años de su vida. Frente a unas 3 mil personas que se agolparon en las calles aledañas al parque de la ciudad, el ex jefe de Gobierno capitalino planteó tres compromisos con la región, a la que prometió volver "cuando sea presidente", en diciembre de 2006.
El primero, detalló, será sacar adelante el sector agropecuario de una zona que "conozco muy bien". Convertiremos Palenque, añadió, en capital de la cultura y el turismo, y crearemos aquí una universidad, dijo entre el estallido de un cohetón solitario que estalló el cielo nocturno.
En Comitán, el antiguo Balún Canán que inmortalizara Rosario Castellanos, López Obrador respondió en entrevista en torno al subcomandante Marcos.
-¿Quién es de izquierda, usted o Marcos?
-Yo soy de izquierda...
-¿Y Marcos?
-Desde luego que sí, sin duda, nada más que hay diferencias. Considero, por ejemplo, que los Flores Magón eran de izquierda, y Zapata también, sin embargo, había discrepancias. ¿Por qué? Porque en la izquierda no hay un pensamiento único.
-¿Cuál es la discrepancia con Marcos?
-No tengo ninguna diferencia. Lo que sucede es que nosotros estamos impulsando un movimiento por la vía política electoral, y él ha considerado que los cambios pueden darse sin transitar por esa vía. Son visiones distintas. Respeto mucho esa opinión.
-¿Buscaría un encuentro con Marcos?
-No creo que se den las condiciones, porque ellos han decidido seguir una ruta diferente. Nosotros vamos a seguir con la campaña.
-Pero él lo ha cuestionado.
-No tiene por qué abstenerse. En la democracia todos somos libres. La crítica es fundamental. No puede pensarse que todos vamos a tener la misma idea. Cada cual tiene su manera de pensar. Vamos a buscar la forma de que nadie recurra a la confrontación y a la violencia, a partir de que haya justicia.
-¿Qué pasaría en su gobierno con los pueblos autónomos?
-Tiene que llegarse a un acuerdo. Hay que respetar la determinación de los pueblos indígenas. No hay que imponer las cosas.
-¿Esto generaría un problema con su gobierno?
-No, porque estoy seguro de que vamos a llegar a un acuerdo.
-Parece que la vía armada no fue una opción.
-Creo que en Chiapas mucha gente ha luchado para cambiar las cosas. Todos tienen su mérito. Es una preocupación sincera de quienes demandan un cambio verdadero en el estado.
También le preguntaron sobre las reformas a la ley de radio y televisión, a lo que respondió éstos que han desplazado a los medios escritos, "y ustedes no dicen nada; son unos blandengues", acusó.
En ninguno de los mítines el aspirante perredista a la Presidencia de la República volvió a hacer alusión directa al proceso de paz en Chiapas ni a Marcos. Vamos a buscar la manera de que nadie recurra a la confrontación, a la violencia, a partir de que haya justicia, porque la paz en México debe ser fruto de ésta", sostuvo.
En Ocosingo, corazón de la selva zapatista, refrendó el mensaje de su propuesta de gobierno, ante poco más de mil personas que concurrieron a la plaza principal cuando comenzaba la tarde, entre tzeltales y tojolabales que sobreviven de la siembra de maíz.
López Obrador había dejado Comitán con las alusiones a Marcos en la entrevista con los medios de comunicación. Nuevamente había dicho desde el templete que "es una vergüenza que Vicente Fox haya terminado de la mano del ex presidente Carlos Salinas de Gortari".
Los rostros expectantes de Ocosingo, sede de los principales enfrentamientos armados en 1994, año en que hizo su aparición el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, recibieron el mensaje lopezobradorista, que se centró en sus compromisos en contra de la corrupción y el ahorro por 100 mil millones de pesos, derivados de los recortes que se harán, dijo, a los gastos superfluos en la gran burocracia mexicana, especialmente en salarios de los altos funcionarios.
En algo que mucha gente no repara y que poco trasciende, precisó, es el ingreso de un ministro de la Corte, que percibe 400 mil pesos mensuales, apuntó ante el asombro de quienes lo escuchaban en la plazoleta de Ocosingo, apenas a un par de calles del mercado, escenario de tiroteos en 1994.
Un par de horas después, López Obrador había dejado la selva para llegar hasta Palenque, de recuerdos familiares. Apeñuscados en jardines y bancas del parque y las calles circunvecinas, poco más de 3 mil personas escucharon el discurso del aspirante presidencial, que empezó con el señalamiento de que la paz es fruto de la justicia.
No quiero ser presidente sólo por la vanidad de ponerme la banda, sostuvo, sino por el cambio verdadero del país, que no será cosmético. "Me siento de Palenque", indicó.
En la noche cálida, acompañada por la marimba, López Obrador se despidió de Chiapas. Iría a su natal Tabasco para tomar el avión y dormir en la capital yucateca. Hoy visitará tres municipios de esa entidad, y por la noche estará en Playa del Carmen, que aún sufre los estragos del huracán Wilma.