Presentarán en el Senado el libro Fonden electoral, que documenta el caso de Yucatán
Sauri: existe el riesgo de que se dé uso proselitista al fondo para desastres
Existe el peligro de que en las elecciones presidenciales de 2006 el gobierno federal intente repetir el uso electoral que se dio al Fondo de Desastres Naturales (Fonden) e insista en manipular las necesidades de la población, con el propósito de inducir el voto en favor del Partido Acción Nacional (PAN), alertó la senadora priísta Dulce María Sauri.
A propósito del libro Fonden electoral, de Luis Farías Mackey, que se presentará en el Senado de la República el próximo martes, la legisladora comentó que la trascendencia de esa investigación es el llamado a reflexionar sobre el peligro de que el gobierno foxista pretenda reditar el caso de Yucatán 2004, en el cual el dinero para la población severamente afectada por el huracán Isidoro llegó 20 meses después del fenómeno natural, justo dos meses antes de las elecciones municipales en la entidad.
La obra, agregó Sauri, documenta "la historia de la manipulación de los millonarios recursos destinados a la reconstrucción, la perversa dosificación en su entrega mientras miles de yucatecos vivían en la calle o en casas destruidas y debieron esperar el apoyo gubernamental casi dos años, hasta que los tiempos políticos fueron propicios para ello y la entrega de los materiales de construcción sirviera para que el PAN ganara las elecciones de 2004".
Por ello, "si Yucatán fue uno de los laboratorios donde el gobierno federal probó la utilización de recursos públicos para ganar elecciones, ese laboratorio debe ser destruido en sus cimientos".
Es necesario, agregó la senadora priísta, denunciar todo el manejo electorero del Fonden que se dio en muchas otras entidades. Sobre todo, insistió, porque en este año muchos estados del sureste de la República fueron afectados por fenómenos naturales y "no me extrañaría que alguien pensara en lo exitoso -entre comillas- que fue el caso Yucatán 2004 y quieran reditarlo en 2006".
Eso "lo tenemos que evitar a toda costa, no sólo porque se viola la ley para beneficiar al partido en el poder, sino porque se lesionan los derechos y se pasa por encima de la dignidad de aquellos que perdieron sus casas, su negocio, su patrimonio, y la ayuda queda supeditada a los tiempos electorales, para ver cuándo sacan mayor provecho de la canalización de recursos del Fonden".
En el libro Fonden electoral, Farías Mackey denuncia el caso de Yucatán, estado azotado por el huracán Isidoro, que devastó la infraestructura productiva y habitacional en por lo menos 85 de los 106 municipios de la entidad.
Pese a lo severo de los daños, ya que 85 mil casas tuvieron que ser reconstruidas, los recursos del Fonden llegaron a la entidad 20 meses después del meteoro, dos meses antes del proceso electoral por el que se renovaron las alcaldías, sin importar "los efectos catastróficos, cuantiosos y extensos del huracán, que dejó 500 mil damnificados".
Sesenta y dos por ciento de las superficie de cultivos de maíz y 71 por ciento de hortalizas sufrieron daños severos, murieron 8 millones de aves y 42 mil cabezas de ganado, se perdieron 19 mil empleos y mil 200 microempresas quedaron heridas de muerte, aunque los mayores efectos destructivos se cebaron sobre las viviendas precarias y la infraestructura urbana, advierte el autor.
Pese a la ayuda internacional y del pueblo mexicano, la situación fue muy difícil, ya que los gobiernos federal y estatal quedaron rebasados.
A pocos días de la desgracia, el presidente Vicente Fox fue a Yucatán y pidió "un poquito de paciencia", y ofreció que todos los apoyos llegarían "a la brevedad y en buena cantidad". Regresó tres veces más al estado y lo mismo hizo el entonces secretario de Gobernación, Santiago Creel, y la propia esposa del mandatario, Marta Sahagún, pero el dinero llegó a cuentagotas: apenas 120 millones de pesos del Fonden.