LA VIDA (BREVE) EN SAN LAZARO
Se prepara nuevo atentado contra López Obrador
QUIENES CREIAN QUE el desafuero contra Andrés Manuel López Obrador era la última aventura para frenar su candidatura, están equivocados. En la Cámara de Diputados, con el apoyo de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN), se construye un atentado mayor: una reforma constitucional para quitarle al Poder Ejecutivo, a partir de 2006, sus principales facultades financieras, de modo tal que el presidente de la República estará rodeado de un conjunto de órganos de Estado que impondrán la política económica.
SE TRATA DE cristalizar en un legado permanente la ideología conservadora y de una elite tecnocrática que ha traído a México 20 años de estancamiento y la mayor concentración económica. Se pretende que los titulares de los nuevos órganos autónomos sean designados por el Senado actual, a propuesta del presidente Vicente Fox. Y ya se barajan nombres de destacados salinistas-panistas: Francisco Rojas, Tomás Ruiz, Francisco Suárez Dávila. Un verdadero botín.
LA INICIATIVA PRESENTADA por Francisco Rojas, partidario en activo de Carlos Salinas, propone la modificación de los artículos 25 y 31 de la Constitución para otorgar autonomía a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro y el Servicio de Administración Tributaria. Dicha autonomía será semejante a la que actualmente tienen el Instituto Federal Electoral y el Banco de México, con personalidad jurídica y patrimonio propios, y presupuestaria técnica y de gestión.
ESTOS ORGANOS SERIAN los encargados de vigilar la observancia de la ley en materia financiera, de regulación y supervisión de los sujetos del sistema financiero, de otorgar y revocar las autorizaciones para la prestación de servicios financieros, adoptar las medidas precautorias e imponer las sanciones respectivas. Los nombramientos tendrán ocho años de duración. La destitución sólo podrá aplicarse por causa grave, mediante juicio político, es decir, serán inamovibles.
EL NUEVO PRESIDENTE a partir de diciembre de 2006 carecerá de capacidad para dirigir las finanzas públicas. Su ingerencia en política económica será simbólica. Esta iniciativa es irresponsable, porque desea generar un Ejecutivo débil, controlado por un grupo de feudos que pueden seguir líneas de política económica distintas y antagónicas al proyecto oficial. Es a tal punto extrema e irracional que todos los que la conocen en primera instancia la consideran inviable. Lo mismo pensábamos del desafuero.
TAMBIEN ES DERROTISTA, porque parece reflejar la desesperación del PAN y del PRI ante su inminente derrota en los comicios del próximo julio. Demuestra la fuerte alianza entre los dos partidos. Como en el desafuero, los aventureros apuestan a que el país, las clases empresariales, la población, puedan aceptar dócilmente como destino manifiesto la perpetuación del viejo régimen.