Machetes en mano, cierran carreteras y bloquean a desconocidos sus dos accesos
Se atrincheran vecinos de Los Guajes, opositores a La Parota
El poblado quedaría inundado una vez que concluyan las obras de construcción de la presa
Los Guajes, Gro., 3 de diciembre. Habitantes de esta comunidad -que será inundada por las aguas del río Papagayo una vez que se construya la presa La Parota- cerraron por tiempo "indefinido" la madrugada del sábado las dos entradas del poblado a extraños, a quienes están en favor de la construcción y a vecinos de la localidad próxima, Altos del Camarón, quienes ya dieron el sí a la hidroeléctrica.
Todo comenzó la noche del viernes, cuando corrió el rumor entre los pobladores de que este sábado la Comisión Federal de Electricidad (CFE) realizaría la penúltima asamblea para la compra de tierras, con lo que se iniciarían los trabajos para la obra, que inundará 17 mil hectáreas. Después de negociar en Los Guajes, la empresa iría a Las Palmas.
De acuerdo con el "rumor", la asamblea sería efectuada el do-mingo, como en Dos Arroyos. O sería idéntica a la de San Marcos: sin opositores y con cientos de policías resguardando a quienes apoyan el proyecto.
Eso generó que el comisario de Los Guajes, Jacinto Nava Nava, convocara a los vecinos, ejidatarios o no, y en sus oficinas -que estaban repletos- les dijo que nada sabía de una posible asamblea que se realizaría a las siete de la mañana de hoy.
Por eso mismo, anoche los integrantes del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a La Parota (CECOP), jóvenes y viejos, cogieron los machetes y cerraron la carretera en la entrada y salida de este poblado, conocido también como colonia Guerrero, donde, dijeron, impedirán el paso a extraños y paisanos "sospechosos" de estar en favor de La Parota.
"Vamos a quemar sus carros"
Con una mano en la bolsa del pantalón y otra en la cacha del filoso machete, Alfredo Ceballos Arizmendi, de 56 años, el más moderado de quienes hablan aquí en coro, dice: "si vienen los trabajadores de la CFE ahora sí vamos a quemar sus carros. No queremos La Parota".
No queremos diálogo con nadie, ni con Félix Salgado Macedonio ni con Zeferino Torreblanca (alcalde de Acapulco y gobernador de Guerrero, respectivamente); tampoco con Xóchitl Gálvez (comisionada de la Presidencia para asuntos indígenas). El tiempo del diálogo se acabó. No venderemos las tierras, no queremos la presa; saldremos de aquí sólo con los pies por delante", suelta por su parte otro vigilante en esta improvisada barricada, construida con árboles tirados sobre la carretera. En la mano sostiene una resortera y en el hombro un machete.
Fortino Hernández Gallegos, de 19 años, es el menor de 11 hijos, el chocoyote de los varones que se quedó en Los Guajes. Es dueño de las tierras que su padre heredó a sus hermanos, quienes se fueron a Estados Unidos a trabajar.
Resortera en mano, se ufana de que con esta arma, el domingo pasado estrelló uno de sus proyectiles en el rostro de un policía antimotines que le daba de palos a una abuelita en Dos Arroyos.
"¿Cómo voy a dejar mi tierra si aquí vivo bien? Uno va a México y no puede respirar de tanto humo", responde, cuando se le dice que la CFE construirá casas que se ven bonitas en la maqueta, expresa dudas sobre las promesas del gobierno.
"Y es que la mula no era arisca", dice Alfredo Ceballos Arzimendi, y recuerda que hace 12 años, cuando se construyó la Autopista del Sol, que cruzó buena parte de este ejido, el gobierno se comprometió a pagar 300 mil pesos a 16 afectados, pero no cumplió del todo.
Con presiones y manifestaciones, a duras penas les dieron 70 mil pesos, y "después de un año de pleito perdimos más en andar de abajo pa´rriba".
Cuentan que en la asamblea de anoche, hombres y mujeres, con palabras duras, obligaron al comisario a jurar ante todos -la mayoría de sus 3 mil 900 habitantes están contra el proyecto- que él no estaba convocando a ninguna asamblea. La CECOP dice que Jacinto Nava y su grupo han recibido dinero de la CFE para apoyar la construcción.
Con éste suman seis poblados en los que la CFE tiene problemas para convencer a la gente de las bondades del proyecto: Agua Caliente, Parotillas, Guamuchitos, Cruces de Cacahuatepec, Dos Arroyos y Los Guajes. Seis puntos donde campesinos armados con machetes y resorteras defienden su propiedad "con lo único que les queda", dice Alfredo, quien empuña su machete.