Tras conocer resultados, correligionarios festejan
Advierte Ebrard: el PRD va a ganar el DF y el país
Ampliar la imagen Marcelo Ebrard, candidato del PRD al GDF, emiti� sufragio en la casilla ubicada en la calle Gabriel Mancera, esquina con Eje 5, en la colonia Del Valle n Cristina Rodr�ez
Luego de conocer su triunfo, Marcelo Ebrard, ya candidato del PRD a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, se dirigió a su casa de campaña, ubicada en la colonia Roma. Ahí, sus correligionarios le prepararon un festejo para el cual se cerró la calle de Querétaro, desde Orizaba hasta Córdoba, donde al tomar la palabra lanzó una advertencia: "Que les quede claro, el PRD va a seguir gobernando el Distrito Federal y vamos a ganar la Presidencia con Andrés Manuel López Obrador".
Arropado por cientos de simpatizantes y su equipo de colaboradores, con música de mariachi en un templete improvisado, señaló que esta es la primera derrota de los que apuestan que el Partido de la Revolución Democrática no puede salir adelante, y anticipó que desde el próximo martes iniciará el camino para el triunfo de López Obrador, para cambiar el rumbo del país de una vez por todas.
Durante la jornada de ayer, Ebrard permaneció en un centro de operaciones que estableció en el sur de la ciudad, desde donde vigiló los detalles del proceso interno.
Por la mañana, después de emitir su voto, el primero de la casilla 15, ubicada en la esquina de Eugenia y Gabriel Mancera, en la colonia Del Valle, a donde llegó acompañado de sus hijos Francesca y Marcelo, el ex secretario de Desarrollo Social se refugió en lo que sus propios colaboradores denominaron un búnker.
En el edificio, ubicado en Periférico Sur 5452, al que sólo se podía acceder con autorización o si estabas en una lista, se encontraban cerca de 80 personas, la mayoría jóvenes, quienes desde la siete de la mañana, desde un call center, se mantuvieron en contacto con los representantes delegacionales para recibir cualquier tipo de anomalías.
Ahí los rumores del triunfo en la contienda comenzaron media hora antes del cierre de casillas, cuando su equipo de colaboradores, por medio de una laptop, presumía el resultado de un sondeo rápido que difundía un portal de Internet que le daba 60 por ciento de las preferencias electorales, dato que por la noche se confirmó.
En sus dos apariciones públicas, al momento de votar y después a la hora de la comida, en un restaurante de Perisur, donde fue recibido con aplausos de los comensales, Ebrard se mantuvo reacio a dar pormenores de la jornada, aunque siempre se mostró optimista.