Critican su tolerancia hacia los regímenes militares de América Latina
Teólogos e intelectuales, contra la beatificación de Juan Pablo II
Su posición sobre temas como el celibato y las mujeres en la Iglesia, otros argumentos
Roma, 5 de diciembre. Un grupo personas se manifestó hoy aquí contra la beatificación de Juan Pablo II, acusado de reprimir a los teólogos de la liberación y de haber sido tolerante con los regímenes militares en América Latina.
En un "llamado público", varios teólogos, filósofos e historiadores criticaron la apertura del proceso de beatificación de Karol Wojtyla.
Entre los manifestantes figuran el salvadoreño José María Castillo, los españoles Jaume Botey, Casimir Martí, Ramón María Nogués, Rosa Cursach, Casiano Floristán, José Ramos Regidor y Juan José Tamayo, así como la austriaca Martha Heizer y los italianos Giovanni Franzoni, Filippo Gentiloni y Giulio Girardi.
"La beatificación de Juan Pablo II fue proclamada por la muchedumbre durante sus funerales con el grito 'santo subito (santo ya)', pero en otras partes del mundo, sobre todo en algunos países de América Latina, como Nicaragua, fue recibida de otra manera por aquellos que fueron marginados y reducidos al silencio por seguir la vía de Jesús", declaró Girardi.
Para el teólogo y filósofo italiano, que participó como experto en el Concilio Vaticano segundo (1963-1965) y en la redacción de la Constitución Pastoral Gaudium et spes (dicha y esperanza), la "Iglesia oficial" reprimió duramente a la "popular" en los años 80 "e inclusive se negó a rezar en Nicaragua por los muertos en combate", recordó.
Al menos siete puntos figuran entre los hechos más controvertidos del largo pontificado de Juan Pablo II (1978-2005).
Entre éstos está "la tenaz oposición a considerar, a la luz del Evangelio, la ciencia y la historia, algunas normativas de ética sexual", así como la "dura confirmación del celibato eclesiástico", sostiene el "llamado público" contra la beatificación del fallecido Papa polaco.
También los firmantes rechazan de la Iglesia católica guiada por Juan Pablo II la "política débil hacia gobiernos de América Latina -El Salvador, Argentina, Guatemala, Chile-, que persiguieron, marginaron y mataron a laicos, hombres y mujeres, religiosos y religiosas, sacerdotes y obispos que valientemente denunciaban la 'estructura del pecado' de regímenes políticos dominantes y sus aliados económicos".
Los teólogos críticos recuerdan también el "aislamiento eclesial y práctico" en el que la diplomacia vaticana mantuvo al arzobispo de San Salvador, monseñor Oscar Arnulfo Romero, asesinado mientras oficiaba misa el 24 de marzo de 1980, cuyo proceso de beatificación avanza muy lentamente.
Otras de las mayores críticas al pontificado de Wojtyla ha sido la dura confirmación del celibato obligatorio dentro de la Iglesia latina, "ignorando la existencia del concubinato en otras religiones y escondiendo, hasta que no estalló públicamente, la devastadora plaga del abuso de menores por parte de sacerdotes".
El pedido denuncia el rechazo de Juan Pablo II a discutir en forma seria y profunda "la condición de la mujer en la Iglesia católica", y la no aplicación de las normas establecidas por el Concilio Vaticano II para una mayor democracia interna.
Igualmente considera que, como jefe de la Iglesia católica, Juan Pablo II "impidió que las autoridades italianas aclararan las turbias maniobras del Instituto para la Obras de Religión (el banco del Vaticano) en la quiebra del Banco Ambrosiano", a mediados de los 80, uno de los mayores escándalos financieros de Italia.
Ante tales argumentos, los teólogos invitan a "todos aquellos que juzgan negativa la obra de Juan Pablo II" a enviar su testimonio al Vicariato de Roma, encargado de instruir el proceso de beatificación del Papa fallecido el pasado 2 de abril.