El triunfo, "prueba de que Dios existe", dijo un sacerdote
Cientos de aficionados celebraron en las calles de Monterrey la hazaña de Tigres
Monterrey, NL, 5 de diciembre. A escasos minutos de concluir el partido en el que Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) doblegó 4-1 (5-4 global) a las Aguilas del América, cientos de aficionados felinos salieron a las calles a festejar con claxonazos y despliegue de banderas auriazules.
Hubo otros que acamparon afuera del estadio Universitario para asegurar un boleto del cotejo de mañana, ante los también locales Rayados del Monterrey, que desde el sábado habían asegurado su participación en semifinales.
Las taquillas del Universitario abrieron a las nueve de la mañana. Sin embargo, los pases disponibles fueron únicamente para los abonados, que sólo tenían derecho a un boleto al precio normal desde 75 hasta 640 pesos, y uno más con un incremento de 50 por ciento (entre 110 y 960 pesos). Será hasta el miércoles cuando se ofrecerán los boletos en venta libre, informó Sinergia Deportiva, empresa filial de Grupo Cemex, administradora del equipo de la UANL.
La noche del domingo, cientos de aficionados felinos salieron a las calles del centro de la ciudad para celebrar el angustioso pase de su equipo a semifinales, y para enfrentar con ánimo de revancha a sus más acérrimos rivales: los Rayados del Monterrey, que en el pasado clásico, celebrado el 24 de septiembre, los vencieron 2-1.
La hazaña deportiva de los Tigres de liquidar al campeón y superlíder América dejó mal parados a casi todos los comentaristas deportivos que les auguraban mayor carga de cuero de la que se llevaron en su propia casa, cuando perdieron 3-1.
Por el rumbo de San Bernabé, al poniente de Monterrey, un sacerdote dijo a sus feligreses que el triunfo del equipo universitario "es una prueba de que Dios existe". Así se vive aquí la pasión futbolera.