Se enfrentan muchos obstáculos: Hernández Navarro

Fracasó voto en el exterior por la mala organización

ELIZABETH VELASCO C.

El voto de los migrantes en Estados Unidos es un fracaso, no por los connacionales radicados en ese país, sino por la forma en que fue organizado por las autoridades electorales mexicanas, afirmó el coordinador de Opinión de La Jornada, Luis Hernández Navarro.

Al participar en el foro La migración mexicana, bomba de tiempo social, organizado por este diario y Casa Lamm, el periodista dijo que constató, durante un encuentro con diversos grupos de mexicanos radicados en Los Angeles, California, que los indocumentados prefieren no arriesgar su situación a efectuar trámites casi imposibles de realizar.

Paisanos en ese país así se lo plantearon: "hay que tener credencial de elector, y para ello hay que pasar a México y esperar 25 días para que la entreguen. Y cuando llegamos a nuestra nación se debe dar un domicilio" que ya no tienen.

Si tienen credencial, "hay que ir al consulado y bajar unas formas en Internet, pero además llenarlas y pagar ocho dólares para enviar la papelería bajo una fórmula de correo certificado que no necesariamente existe en muchas ciudades de Estados Unidos". No en vano un representante de una radio comunitaria bilingüe le expresó: "esto fue organizado para que fracasara".

El también panelista Primitivo Rodríguez, asesor del Instituto Federal Electoral y miembro fundador de la Coalición por los Derechos Políticos de los Mexicanos en el Extranjero, admitió: "no hay voto electoral con mayores obstáculos que el de los migrantes en Estados Unidos", y coincidió con Hernández en que no es negligencia u omisión de los connacionales renunciar a ese derecho, como suelen pregonar algunos, sino debido "a todos los requisitos establecidos.

"A pesar de esas voces -en particular la de Jorge Santibáñez, presidente del Colegio de la Frontera Norte- que buscan que el voto de los migrantes sea un fracaso, la puerta de la democracia ya está abierta. Así sean 10 quienes voten, ya nadie cerrará esa puerta", aseveró.

Al respecto, Alberto Nájar, periodista del suplemento Masiosare, editado por La Jornada, refirió que a juzgar por las plataformas de los precandidatos presidenciales y las críticas sobre la escasa participación de los migrantes para ejercer su derecho al voto, todo indica que "la relación de México con sus habitantes en el exterior permanecerá en segundo plano", como desde 2000 lo reflejó el presente gobierno.

Desde que llegó a la Presidencia, expresó, Vicente Fox "claudicó en sus obligaciones (de promover oportunidades de desarrollo para todos los mexicanos) y las transfirió a los migrantes (que han sostenido al país con el envío de 14.7 mil millones de dólares, de enero a septiembre pasado), a pesar de que el éxodo de millones de ellos -en particular tras la crisis de 1995- ha sido una válvula de escape, gracias a la cual se da el lujo de pregonar supuestos avances en su gobierno".

Los panelistas, incluyendo a Arturo Cano, director de Masiosare, abordaron el tema migratorio desde diversos ángulos e hicieron presente la voz de quienes se han ido con la narración de sus historias de dolor, triunfo, muerte, familias divididas, ciudades fantasmas y la paradoja de que en el país de la Estatua de la Libertad el gobierno de George W. Bush gasta 139 millones de dólares en levantar un nuevo muro, justo a 16 años de la caída del Muro de Berlín, como ilustró Hernández Navarro.