Despide la ONU a funcionaria acusada de acoso sexual
Nueva York, 6 de diciembre. A menos de 10 días de las elecciones legislativas en Irak, previstas para el 15 de diciembre, la enviada de Naciones Unidas para supervisar el proceso electoral, la uruguaya Carina Perelli, fue despedida por supuestas prácticas de acoso sexual y abuso de autoridad en su servicio, anunció hoy un portavoz de la organización.
Perelli -la latinoamericana de más rango en Naciones Unidas- se convirtió en la consentida del organismo mundial por supervisar sondeos en lugares de alta peligrosidad como Afganistán e Irak, los territorios palestinos y Timor Oriental.
Un informe de 22 páginas de la firma suiza Mannet SARL acusó en agosto a Perelli, encargada de la División de Apoyo Electoral de Naciones Unidas, de forzar a sus empleados a realizar servicios humillantes para ellos y de crear una atmósfera de insinuaciones sexuales.
El despido de Perelli, socióloga de 48 años, se suma a otras denuncias contra altos responsables de la organización por abuso sexual en Africa o por corrupción.
La División de Asistencia Electoral tiene un equipo de 18 trabajadores y un presupuesto anual de 2 millones de dólares.
La ex funcionaria se reunió con sus abogados y se espera que apele la determinación del cuerpo legal de Naciones Unidas.
Por otra parte, la corresponsal de La Jornada en Ginebra, Kyra Núñez, informó que un sondeo publicado hoy en esa ciudad reveló que más de 62 por ciento del personal femenino de Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo estimó que "su estatus profesional no ha mejorado", a pesar de las promesas de los últimos años.
Para 62 por ciento de mujeres entrevistadas en las oficinas de Naciones Unidas en Ginebra, con ocasión del 60 aniversario del organismo, en las relaciones laborales persisten la discriminación de género, el acoso sexual e incluso hay racismo.