No habrá reformas a la Constitución ecuatoriana
Quito. El presidente ecuatoriano, Alfredo Palacio, renunció a convocar a una Asamblea Constituyente después que el Congreso bloqueó todas las opciones para aplicar el plan político y amenazó con enjuiciarlo si lo ejecutaba. Palacio ha impulsado infructuosamente una reforma a la Constitución de 1998, mediante una asamblea con poderes totales, para limitar el poder del Congreso y la influencia de los partidos políticos en el Estado. Los principales grupos políticos ejercieron paulatinamente su poder de veto a la iniciativa de Palacio -sin apoyos partidarios- tanto en el Congreso como en el Tribunal Supremo Electoral, lo que dejó al mandatario sin opciones para avanzar en su reforma. El último intento de Palacio incluyó un llamado unilateral a un referendo en el que los ecuatorianos debían pronunciarse respecto a si apoyaban la asamblea.