No vamos a ganar competitividad pagando salarios míseros como los chinos, dijo
Ya casi llegamos al millón de empleos anuales, asegura el titular del Trabajo
Los mínimos crecerán 3% en 2006
La frustrada reforma laboral, "fracaso del Legislativo"
Ampliar la imagen Javier Salazar S�z, secretario del Trabajo, en imagen de archivo FOTO Mar�Luisa Severiano Foto: Mar�Luisa Severiano
El secretario del Trabajo, Francisco Javier Salazar Sáenz, aseguró que en tan sólo 10 meses de este año "se han creado 750 mil nuevos empleos, de los cuales 85 por ciento son permanentes y sólo 15 por ciento eventuales". Estas cifras, según apuntó, "son cercanas al millón de empleos que prometió este gobierno; lo hubiéramos querido cumplir antes, pero lo bueno es que ya estamos llegando a la meta".
En conferencia de prensa adelantó que el incremento a los salarios mínimos será ligeramente arriba de 3 por ciento y advirtió que el ambiente político electoral que se producirá en 2006 podría contaminar el sector laboral, por lo que hizo un llamado a los candidatos para que actúen con responsabilidad en sus campañas y no se frene la economía del país.
El funcionario hizo ayer un balance de la actuación de la dependencia a su cargo durante el año que está por concluir y se dijo "satisfecho", en particular, de haber remontado la caída del nivel de empleo y que se puedan tener cifras tan importantes en la creación de plazas de trabajo.
Pronosticó que el próximo año sí se logrará el millón de empleos que prometió el presidente Vicente Fox y reconoció que aunque en los años pasados no se pudo cumplir la meta, al final del sexenio si se alcanzará.
De la reforma a la Ley Federal del Trabajo, Salazar Saénz aseguró que el hecho de que en tres años no se haya dictaminado esta iniciativa no significa un revés del gobierno federal, pero sí es un "fracaso del Legislativo", porque no ha podido encaminar este proyecto; lo peor "es que la realidad ya superó por mucho a esta ley, es urgente su modernización" y por cuestiones políticas no ha podido pasar.
"Ha faltado voluntad política" para sacar adelante esta reforma, dijo, y al ser cuestionado por qué las centrales obreras que apoyaban esta iniciativa, como la Confederación de Trabajadores de México, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos y el Congreso del Trabajo retiraron el apoyo a la iniciativa, el secretario se limitó a asegurar que el proyecto no afecta ni disminuye los derechos laborales de los trabajadores.
El secretario expuso que el pago de aguinaldo no es caridad o prebenda de las empresas, sino una obligación, por lo que los trabajadores que no lo reciban en tiempo y forma "pueden emplazar a huelga" y los patrones se hacen acreedores a sanciones económicas que son proporcionales al monto que dejaron de pagar, por lo que no hay excusa para evadir esa responsabilidad.
En cuanto a la negociación que se lleva a cabo para determinar el incremento de 2006 a los salarios mínimos, hizo ver que no se podrá cumplir con la petición obrera de igualar los salarios para las tres zonas económicas del país. Señaló que como la inflación se prevé en 3 por ciento para 2006, el incremento se ubicará ligeramente arriba de este porcentaje, lo que significará, según cuantificaron los reporteros, entre 1.30 y 1.40 pesos de aumento diario.
No obstante, el funcionario sostuvo que este gobierno no quiere ganar competitividad pagando salarios míseros "como los chinos", porque no es a costa de los trabajadores como las empresas ganan productividad y mercados.
Sobre las tareas pendientes en su área, comentó que se seguirá trabajando en las reformas a los sistemas de pensiones, como el del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado y de todo el sector público, porque ya no es sostenible. Las modificaciones irán en igual dirección que con el sindicato del Seguro Social: aumentar los años de trabajo, disminuir las pensiones y elevar las aportaciones.