Usted está aquí: miércoles 7 de diciembre de 2005 Ciencias Cunde en EU rechazo a la cerrazón de George W. Bush sobre cambio climático

Alcaldes de 40 millones de estadunidenses anuncian plan contra emisiones

Cunde en EU rechazo a la cerrazón de George W. Bush sobre cambio climático

ANDREW BUNCOMBE THE INDEPENDENT

Montreal, Canada, 6 de diciembre. Desde estrellas de cine hasta senadores, de Seattle a la costa este, los activistas afirman que la opinión pública estadunidense experimenta un gran viraje en contra del gobierno de Bush y de su negativa a imponer metas obligatorias para reducir los gases de invernadero.

Y, mientras los delegados a la conferencia de Naciones Unidas en Montreal negocian esta semana el futuro del Protocolo de Kyoto, los activistas han recibido un oportuno empujón del actor Leonardo DiCaprio, quien ha anunciado que realizará un documental de tema ecológico.

DiCaprio, apasionado ambientalista que conduce un automóvil híbrido, ha comenzado la producción del documental, llamado 11th Hour (La hora undécima), referente a los esfuerzos por detener el calentamiento global. El actor no se encuentra en Montreal, pero en una declaración dijo: "El calentamiento global no es sólo el desafío ambiental número uno que enfrentamos hoy, sino uno de los temas más importantes que confrontan a toda la humanidad".

Mientras el jefe de negociadores del presidente Bush, Harlan Watson, ha advertido a los delegados internacionales que Estados Unidos no firmará ningún acuerdo que le imponga obligaciones después de que termine la primera fase del Protocolo de Kyoto, son cada vez más los políticos estadunidenses que ya actúan para hacer frente al cambio climático.

Los ambientalistas creen que este giro en la opinión pública es razón de más para que Gran Bretaña y la Unión Europea dejen de cabildear con Bush para que cambie de parecer y en cambio concentren sus esfuerzos en los países preparados a actuar ya.

Apoyo al Protocolo de Kyoto

Greg Nickels, alcalde de Seattle, es un político que ya actúa. Hace unos meses desafió a otros ediles estadunidenses a unírsele en apoyo a Kyoto y tratar de reducir en 7 por ciento las emisiones de gases de invernadero respecto de niveles de 1990. Este martes señaló que 191 han firmado, los cuales representan a 40 millones de estadunidenses en 25 de las 50 ciudades más grandes del país. "El tema de la perturbación climática se ha vuelto claro para los estadunidenses", manifestó.

Sostuvo que la evidencia del calentamiento global es obvia en Seattle, donde el deshielo de la nieve, del cual depende la ciudad para obtener agua potable y energía eléctrica, ha tenido un drástico descenso en los 50 años pasados. Cree que a la larga el gobierno federal actuará, "ya sea en esta administración o la próxima".

Nickels, quien ha recibido el apoyo de alcaldes demócratas y republicanos por igual, ha ordenado a su administración dar pasos inmediatos para reducir las emisiones, entre ellos convertir la flotilla del municipio a vehículos híbridos. Ha formado un comité de asesores para preparar un conjunto más elaborado de propuestas. También ha tomado medidas con el fin de que los visitantes de Seattle causen menor impacto ambiental; ordenó que los buques de crucero que atraquen en el muelle de la ciudad utilicen electricidad en vez de sus motores diesel mientras estén anclados.

También en la costa oeste, el estado de California, gobernado por Arnold Schwarzenegger, ha dado a conocer planes para reducir emisones, entre ellos obligar a las industrias a reportar emisiones de dióxido de carbono e invertir en energía renovable. "No podemos controlar lo que hace el gobierno nacional, pero sí lo que hace California", expresó Alan Lloyd, secretario estatal de protección ambiental.

Entre tanto, en la costa este, cobra fuerza una iniciativa en la que participan ocho estados, los cuales han decidido poner límite a las emisiones industriales. Aquí en Montreal se encuentran representantes de esta Iniciativa Regional sobre Gases de Invernadero, así como de California, y el propio Nickels.

Promoción de Gran Bretaña

Margaret Beckett, secretaria británica del Medio Ambiente, también llegó este martes. Gran Bretaña promueve acuerdos para que las naciones se comprometan a reducir emisiones de 2012 en adelante. Sin embargo, ha sido criticada por tratar de incluir a Estados Unidos en las pláticas, en vista de que Washington ya ha dicho que no está interesado en acuerdos obligatorios.

En un artículo publicado este martes en el periódico The Globe and Mail, Beckett envió a Bush el claro mensaje de que Gran Bretaña está en desacuerdo con su enfoque. "El debate público -escribe- ha abierto amplias diferencias entre quienes sostienen que debemos seguir adelante con las metas obligatorias para reducir emisiones y quienes aseguran que la nueva tecnología es la forma de avanzar. Creo que es una falsa alternativa: ninguno de los dos métodos tiene sentido sin el otro."

También estaba el senador estadunidense Jeff Bingaman, quien presentó este verano una iniciativa, ya aprobada por el Senado, que apoya fijar controles obligatorios a las emisiones.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya

 
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