Usted está aquí: martes 13 de diciembre de 2005 Política La 60 Legislatura de 2006-2009

La 60 Legislatura de 2006-2009

Marco Rascón

Sea quien sea el próximo presidente de la República, debido al blindaje financiero y económico establecido desde el decreto de autonomía del Banco de México, la libre flotación del peso frente al dólar y otras monedas, el crecimiento y cotización de las empresas mexicanas en la bolsa de valores nacional y las extranjeras, más la reducción de regulaciones en lo referente a precios e intervención estatal, reducirán los márgenes de decisión del gobierno y de la política. La estrechez política es consecuencia directa de la globalización y en México hoy no existen las fuerzas políticas que esté dispuestas a enfrentarlas.

Llegar al poder bajo las reglas del determinismo económico y el blindaje financiero que viene desde el sexenio salinista, significa para el presidente de la República ser un administrador del poco margen gubernamental y de las expectativas sociales. Es falso que el voto ciudadano será trascendente en 2006 porque no se elegirá un poder fuerte de decisión, sino un hoyo a partir del vacío que han creado los poderes económicos, oligárquicos y trasnacionales.

Bajo estas condiciones globales, el discurso político tiende a la generalización; por eso las ofertas del PRD, PAN y PRI coinciden en lo esencial en un 70 por ciento, y en el restante 30 por ciento dan el supuesto tono de lo que serían el centro y la derecha (porque en esta elección la izquierda no tiene candidato). ¿Conoce usted un partido y un candidato que no ofrezcan reducir la pobreza, ser democráticos, tolerantes, equitativos; ser plurales, patriotas, decentes, coloquiales, ocurrentes y estar con la causa del interlocutor de enfrente?

El Pacto de Chapultepec y su partido Televisa y Tv Azteca, como frente clasista de la oligarquía mexicana unida al capital trasnacional, se ha propuesto no dejar el poder alcanzado de manera directa en 2000 y buscará dar continuidad a su proyecto de "cambio", el cual Vicente Fox y Marta Sahagún pusieron en riesgo. Santiago Creel es el único que ha perdido frente a las encuestas porque el Pacto de Chapultepec pudo perdonarle a Fox muchos errores, incluso el intento de desafuero de Andrés Manuel López Obrador, pero no que dejara a un sucesor de su mismo perfil y debilidad política. Al ganar la ortodoxia panista, ganó de nuevo el proyecto empresarial y de integración.

Tener la Presidencia y no tener mayoría en el Congreso paralizó en gran medida el curso de la reformas a favor del neoliberalismo que el PRI garantizaba hasta 1997, cuando perdió la mayoría absoluta en el Congreso. La "transición" empresarial resultó un freno legislativo. En ese sentido, Felipe Calderón, una vez arriba en las encuestas legitimadas por Televisa y TV Azteca (legitimadas a su vez por López Obrador a lo largo de los últimos cuatro años), pedirá no sólo un voto para él, sino para ser mayoría en el Congreso y llevar adelante, sin obstáculos, las reformas estancadas desde el sexenio salinista, zedillista y foxista. Vendrán ahí las reformas neoliberales a fondo del IMSS, Pemex, electricidad y medios de comunicación que más los beneficien. La factura empresarial, envuelta con un aire nacionalista, reclama un espacio proteccionista para sus negocios monopólicos en telefonía, señales de radio y televisión, etcétera, que les permita sobrevivir y existir.

El PAN únicamente buscará, sin aliados electorales, una mayoría absoluta superior a 50 por ciento de los diputados y senadores, y para ello habrá un partido que se desplome en los votos y encuestas. Tras la tregua navideña vendrá la ofensiva de primavera.

Ganar el Legislativo y no sólo la Presidencia es el asunto de fondo en esta elección de 2006. Tener mayoría absoluta es tener el control de las reformas y, por tanto, ser un interlocutor con fuerza frente a Washington en el proceso de integración económica. Tener mayoría en el Poder Legislativo es renovar la fuerza del Ejecutivo, pues el presidente ya no puede dar fuerza al Legislativo como durante el régimen presidencialista y el asunto ahora es al revés: el que tenga mayoría en el Congreso tiene fuerza en la Presidencia. ¿Recuerda que Carlos Slim, dirigente hoy del Pacto de Chapultepec, es el único que ha sentado a las fracciones legislativas a discutir reformas?

Es previsible el escenario para septiembre de 2006: la instalación de la 60 Legislatura con una izquierda desarticulada, un lopezobradorismo víctima de sus errores y soberbias, relegado a protestas marginales y un PRI en busca de cambiarse de nombre. El lopezobradorismo con su lista de candidatos priístas y el madracismo anticipan su contribución a la 60 Legislatura con diputados y senadores que votarán junto con el PAN las reformas estructurales. ¿Les pedirá López Obrador que renuncien a sus puestos, como hizo en Tabasco?

Razones no son deseos, pero el control del proceso electoral, las listas impuestas por los candidatos y partidos, las reglas, la evolución de las encuestas y los instrumentos para manipular el voto allá conducen.

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