Exposición influida por la cábala en la Universidad del Claustro de Sor Juana
"Mi vocación siempre ha sido la forma y el espacio", asegura Saúl Kaminer
Cuerpo terrestre y su proyección celeste estará dividida en cinco grandes temáticas
Ampliar la imagen Korban, el lugar de todos los acercamientos, de Kaminer. Carb�obre papel
El artista visual Saúl Kaminer (México, 1952) ha transportado su mundo místico de la cábala al sotocoro de la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ), Izazaga 92, Centro Histórico. Su exposición Cuerpo terrestre y su proyección celeste, integrada por escultura en metal y barro, pintura y dibujo, no busca, sin embargo, que el espectador entre al mundo de lo religioso de manera convencional.
Coeditado con editorial Trilce, el catálogo de la muestra constituye el primer número de la colección Palabra e imagen y será presentado por Sandra Lorenzano, Deborah Holtz, Myriam Moscona, Saúl Kaminer, con la participación musical de Jimena Giménez-Cacho, el miércoles 14 a las 19 horas en el ex templo de San Jerónimo de la UCSJ.
El interés de Kaminer por los textos de la cábala se remonta a 1992. Su lectura ha cambiado la temática de su obra desde entonces, aunque asegura: "apenas tomé conciencia y empecé a expresarme de esta manera".
Aclara, además, que su mundo de mexicanidad profunda sigue intacto, aunque ahora de otra manera.
"Soy más escultor que pintor"
Fiel a su inclinación por la escultura, en esta exposición de Kaminer sólo se presenta una pintura de gran formato.
Explica: "tengo fascinación por la escultura. Creo que en el fondo soy más escultor. Desde que empecé a trabajar -inclusive estudié arquitectura- mi vocación siempre ha sido la forma y el espacio. Pero también me doy cuenta de que voy logrando cosas en la pintura, de que se vuelve más expresionista. Gracias al trabajo en la materia he adquirido más libertad también".
-¿Cuándo se dio cuenta que era más escultor que pintor?
-Siempre lo he sabido, pero viví en París 22 años, un mundo muy restringido en lo espacial.
"No tenía dónde abrir las manos, el cuerpo, las alas para trabajar. En México se me han dado todas estas posibilidades con mucha más facilidad. Regresé al país en 1997 y justo al año siguiente comencé a hacer escultura."
Para Kaminer la diferencia entre escultura y pintura está en que la primera "sale como si fuera ciego. Es mi cuerpo el que la hace", dice.
"En cambio, en la pintura necesito la mirada. Hay un proceso más intelectual."
Cinco grandes temas
Ya que la cábala desarrolla el cosmos humano y el cosmos divino, Kaminer organizó la muestra alrededor de cinco granes temas.
El primero, Cuerpo celeste, es el árbol de la sefirot, estructura metálica a la manera de "una caligrafía árabe", planteada como si fuera la proyección divina de sor Juana Inés de la Cruz, debido a que se ha colocado encima de la lápida o tumba simbólica de la Décima Musa en medio del sotocoro.
El segundo tema es Ain, que se traduce como "la nada", pero que en realidad trata "del lugar" sin espacio donde se relacionan lo divino y lo humano, que Kaminer ha representado como dos casas alargadas que se unen en un punto intermedio.
Un óleo de tres metros de largo y dos de altura encierra el tercer tema: Ofrenda (o Korban). Para desarrollarlo Kaminer partió de una frase del Libro del Zoar, que hacía referencia a que "el sacrificio es el lugar de todos los acercamientos", y explora el mundo de la ofrenda por medio del sacrificio de Abraham e Isaac.
El cuarto tema, El alma, consiste en un objeto "en forma de mantarraya que descansa sobre una piedra". El último gran tema es Pardes y se refiere a "los cuatro hilos de interpretación que tiene cada uno de sus consonantes".
Kaminer espera que su obra exprese "un sentimiento de contacto con algo luminoso".
Apunta: "me interesa que el trabajo creativo sea útil en el proceso de revelarle a la gente aspectos de sí misma".
La obra de Kaminer no es narrativa. Inclusive al autor le parece necesario que la imagen tenga "velos", porque de no ser así "se vuelve pornográfica".
Explica: "es como la publicidad, que es una imagen pornográfica porque pretende que vivamos la realidad a través de la imagen. Por su parte, la pintura y la escultura permiten que la imagen nos lleve a la realidad".