Usted está aquí: martes 13 de diciembre de 2005 Cultura El solitario de Pessoa, obra y laberinto impersonal de 4 "soledades anímicas"

Ultima representación en México de la puesta en escena de la dramaturga alemana

El solitario de Pessoa, obra y laberinto impersonal de 4 "soledades anímicas"

Saramago: "mi compatriota sabía mucho de esas cosas de dioses y de los negocios que hacen entre ellos"

Continuo juego de máscaras, señala la directora Cordelia Dvorák

JORGE RICARDO

Ampliar la imagen Cartel para El solitario de Pessoa, espect�lo esc�co basado en el Libro del desasosiego del poeta portugu�FOTO Cortes�de Cordelia Dvor� Foto: Cortes�de Cordelia Dvor�

Cuatro actores interpretan la vida y obra de un solo hombre que fue muchos hombres. El título: El solitario de Pessoa, en el teatro Helénico, donde se representan las sensaciones, por decirlo de algún modo, de quien se especializó en esperar y en el transcurso imaginó multitud de existencias singulares y alternas bajo heterónimos y semiheterónimos para multiplicarse hasta su propia disolución: Alberto Caeiro, Carlos Otto, Ricardo Reis, Antonio Mora, Alexander Search, Vincente Guedes, Alvaro de Campos, Jean Seul, Rafael Baldaia, Bernardo Soares...

El lugar es el escritorio del tenedor de libros Bernardo Soares, heterónimo poeta, desde donde contempla la vida:

Me presencio, me transcurro. Mis sensaciones pasan frente a no sé qué mirada mía como cosas externas. Me harto de mí en todo. (...) Estaban ya marchitas las flores que las horas me entregaron. Mi única acción posible es irlas deshojando lentamente. Y mientras, un tic tac inicial persiste en esta cotidiana comprobación de la existencia propia...

Su compatriota José Saramago dice por su parte: "Si hay aún por ahí alguien que no sabe quién es Fernando Pessoa (Lisboa, 1888-1935), le diré que fue un poeta que sabía mucho de esas cosas de dioses y de los negocios que ellos hacen.

"Sabía tanto, que tuvo que inventar dentro de sí otras personas que le ayudaran a soportar la carga y el peso de la sabiduría. Y ni siquiera así pudo vivir en paz".

Cinco largos años...

Luego de cinco años de preparar el proyecto, la dramaturga alemana Cordelia Dvorák estrenó en julio pasado el espectáculo multidisciplinario para celebrar el 70 aniversario luctuoso de quien es considerado uno de los más grandes poetas portugueses; la temporada finalizará este miércoles.

La obra está compuesta de fragmentos y poemas de sus heterónimos; fragmentos principalmente obtenidos de El libro del desasosiego, firmado por Bernardo Soares, y cartas y testimonios de sus amigos.

"En este escenario -dice Dvorák- no hay una trama o una biografía que se pudiera contar, más bien es un laberinto intemporal de la soledad anímica: un gabinete de espejos con múltiples fracturas poéticas."

Poeta materialista, Alberto Caeiro escribió en su poema Bastante metafísica hay en no pensar en nada: "si después de morir quieren escribir mi biografía/ no hay nada más sencillo./ Tiene sólo dos fechas: nacimiento y muerte./ Entre una y otra todos los días son míos".

Y acaso sea eso El solitario de Pessoa: una autobiografía sin hechos, como se titula la primera parte del libro de Soares. Un curso de emociones. Pessoa desdoblándose en los actores Erando González, Arnoldo Picazzo, Carlos Aragón y Angel Enciso. Un juego festivo de heterónimos solitarios hundidos en pensamientos diferentes. Nosotros nunca nos realizamos. Somos dos abismos, un pozo contemplando el Cielo.

El primer Pessoa en escena, Soares, descubre en los cuadernos de contabilidad la poesía y los barcos increíbles; es la imaginación que crece y anima a otros alter ego en los que la condición de ser se ha abierto paso.

Se trata, agrega la directora, de un "juego de solitario" puesto en escena:

Hago paisajes con lo que siento. Ferias con mis sensaciones (...) Mi vieja tía jugaba al solitario durante veladas eternas. Estas confesiones de mi sentir son mis solitarios. No las interpreto como quien recurre a las cartas para conocer el destino. No las oculto, porque en los solitarios las cartas no tienen ningún valor.

Los diálogos giran en torno de los temas recurrentes de Pessoa, según Cordelia Dvorák: "la observación de la vida como un sustituto de la vida, el continuo juego de máscaras y de papeles huyendo de la pesada existencia, la escritura como único lazo de unión con el mundo, los viajes ficticios y los sueños como metas constantes de esta fuga".

En el escenario la vela del pensamiento se iza y se dirige hacia nuevas sensaciones. Paisajes internos naturales. Velas sobre un barco ficticio. Los actores evocan en portugués sensaciones intraducibles; una concha de mar que escurre arena; a un movimiento del alma, los papeles se elevan, y las maletas de por sí ya van marcando con arena el paso en este viaje tan nuestro por los días y las sensaciones de estos días.

Cuatro viajes internos sobre el mismo escritor. Viajes sin salir de la oficina del tenedor de libros, porque para viajar basta existir. Voy, de día en día, como de estación en estación (...) Si imagino veo ¿Qué más hago yo si viajo? (...) La vida es lo que hacemos de ella. Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos.

El miércoles a las 20:30 horas en avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn, se realizará la última representación de este montaje basado en la obra y las emociones de Fernando Pessoa.

 
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