Escepticismo de familiares de plagiados por los rebeldes
Sorpresa por decisión de Uribe de desmilitarizar zona de Colombia
Santafe de Bogotá, 14 de diciembre. Rodeados por iconos de la Navidad que los asaltan sin compasión en cada esquina, los abatidos familiares de 25 políticos, 34 oficiales de las fuerzas militares y tres estadunidenses en poder de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) acarician desde hace 24 horas una nueva ilusión de recuperar a sus seres queridos.
La expectativa de esposas, hijos, padres, hermanos y amigos de secuestrados renació tras el sorpresivo anuncio del presidente Alvaro Uribe de que está dispuesto a desmilitarizar un área de 150 kilómetros cuadrados en el departamento del Valle, para iniciar diálogos hacia un acuerdo que permita liberar a los plagiados a cambio de la salida de prisión de centenares de guerrilleros.
El denominado "intercambio humanitario" es la única esperanza que tiene María Teresa Paredes de volver a abrazar a su esposo, el coronel Luis Mendieta, en poder de la insurgencia desde hace siete años, durante una incursión de las FARC a Mitú, en el selvático departamento del Vaupés.
"El mes pasado, Luis entró en su octavo año de cautiverio; nuestros dos hijos pasaron de la infancia a la adultez sin su presencia. Hace dos años que no tenemos una prueba de supervivencia de él, pero estamos seguros de que está vivo. No sé de dónde, pero aún tengo fe en que él volverá", dijo a La Jornada esta mujer curtida en el sufrimiento, quien ha tocado todas las puertas posibles para que el gobierno y la guerrilla lleguen a un acuerdo.
Como ella, las dos hijas de Consuelo de Perdomo, parlamentaria secuestrada por las FARC hace cinco años, se resisten a aceptar la vía de un rescate a sangre y fuego de sus familiares e insisten a las partes que inicien diálogos hacia un canje.
Durante los años de cautiverio de Consuelo, falleció su esposo, las finanzas familiares se fueron al piso y nació una nieta. "Ha pasado toda una vida en su ausencia, ya es justo que podamos tenerla de nuevo con nosotros", implora su hija Patricia.
La aceptación por Uribe de una propuesta elaborada por España, Suiza y Francia, para el despeje militar de una zona en que gobierno y FARC iniciarían diálogos, fue bien recibida por familiares de los plagiados, así como por sectores políticos nacionales, que se mostraron sorprendidos por el viraje del presidente en un asunto sobre el cual había sido tajantemente reacio: la desmilitarización de territorios.
Esta medida ha sido insistentemente solicitada por la comandancia rebelde como requisito para cualquier acercamiento.
Los tres países proponen al gobierno y a las FARC la presencia de 40 observadores internacionales en la zona de 180 kilómetros cuadrados del municipio de Pradera, en el occidente. Los observadores permanecerían siete días antes y siete días después de los primeros diálogos, cuya duración -sugieren- no debe ser determinada de antemano.
La iniciativa europea también incluye al Comité Internacional de la Cruz Roja, que sería el organismo encargado de garantizar la seguridad de los voceros rebeldes. La zona de seguridad, según la propuesta, no tendría presencia del ejército ni de la policía, pero tampoco de fuerzas guerrilleras.
Este punto, según analistas, podría constituir el gran obstáculo para que las FARC acepten un primer encuentro con delegados del gobierno. Según el precandidato presidencial Alvaro Leyva, las FARC también mantendrán su exigencia de que la zona despejada incluya el municipio de Florida.
Por ello, en medio del entusiasmo ante el inesperado giro de Uribe, los familiares mantienen un sabio escepticismo. Marleny Orjuela, quien dirige desde hace más de siete años una asociación de familiares de miembros del ejército y la policía en poder de la guerrilla, dijo a La Jornada que "pese al anuncio del presidente Uribe, somos moderadamente optimistas y esperamos que la guerrilla dé un paso decisivo que nos permita tener de nuevo a nuestros familiares en sus hogares, vivos y libres".
Entre los secuestrados hay oficiales del ejército que completarán nueve años cautivos en la profundidad de la selva amazónica. La candidata presidencial Ingrid Betancourt cumplirá en marzo próximo cuatro años, la mayoría de los demás líderes políticos está en poder de la guerrilla desde hace cinco años, mientras que los tres estadunidenses que realizaban labores de espionaje desde un avión caído en plena selva llegarán en marzo a los tres años de cautiverio.
Se calcula que unos 500 guerrilleros de las FARC, presos en distintas cárceles del país, saldrían de concretarse el acuerdo.