Se benefician también con IVA e IEPS aplicados al precio que paga el consumidor
Ganarán bancos $7,300 millones al año por comisiones a la compra de gasolina
Volúmenes de ventas y aumentos mensuales del combustible redituarán grandes beneficios
Ampliar la imagen Gasolinera en la colonia Vasco de Quiroga en Gustavo A. Madero. Adem�de la inicierta cantidad de combustible despachada, ahora se pagar�n sobreprecio FOTO Guillermo Sologuren Foto: Guillermo Sologuren
La deducción fiscal de compras de gasolina, aplicada por la Secretaría de Hacienda a partir del primero de diciembre, representará un sobrecosto para los consumidores de esos combustibles por alrededor de 7 mil 300 millones de pesos al año que irá a parar directamente a las arcas de la banca comercial sólo por el cobro de comisiones por el uso de tarjetas de crédito, débito y cheques en el pago de los petrolíferos en las estaciones de servicio.
En el colmo del desorden con el que se comenzó a aplicar la medida desde el primero de diciembre pasado, la banca comercial del país, mayoritariamente extranjera, inició un negocio en el que no sólo cobra comisión por el valor de las gasolinas sino, además, por IVA (Impuesto al Valor Agregado) y el IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios), incluidos en el precio final del combustible.
Todavía peor es que la comisión bancaria por el uso de medios electrónicos en el pago de gasolinas involucra un crecimiento a una tasa media ponderada de 24 por ciento al año, gracias a los aumentos mensuales de dos centavos en promedio que se aplica a los combustibles. Esto representaría que el negocio crecerá en unos mil 750 millones de pesos anuales.
Independientemente de todos los problemas relacionados con el arranque del pago de gasolinas con medios electrónicos o cheque para su deducción fiscal, la generalidad de los bancos que participan en el esquema aplican una comisión de 3 por ciento sobre la venta total, mientras que en el caso particular de la firma American Express esa tasa es de 4 por ciento.
Según el consultor económico y académico universitario Rafael Decelis Contreras, el beneficio para las instituciones que implementaron los monederos electrónicos es de alrededor de 120 millones de pesos mensuales sólo por el concepto del combustible facturado.
Pero estimaciones hechas con base en cifras oficiales de Petróleos Mexicanos (Pemex) sobre precios y ventas promedio de las gasolinas proporcionan una magnitud diferente del negocio que la Secretaría de Hacienda puso en manos de la banca privada.
En el país se consumen anualmente al menos 31 mil 919 millones de litros del tipo Magna, y 6 mil 384 millones de litros de Premium. Estos volúmenes de venta se traducen en un valor de mercado de 195 mil 344 millones de pesos por la primera variedad y de 48 mil 263 millones, por la segunda; de allí, los bancos cobran una comisión de 3 a 4 por ciento.
Por ejemplo, en un suministro de gasolina por un monto de 302 pesos pagado con tarjeta American Express, la estación de servicio hizo un cargo de 12.66 pesos adicionales sólo identificado con la abreviatura "CxSERV", con lo que el monto de la operación se elevó a 314.66 pesos. En otros casos la comisión se oculta, porque en las facturas no se desglosa el concepto.
El especialista Decelis Contreras comentó que México es el único país en el mundo en el que el consumidor absorbe el monto de las comisiones por la recepción de facturas para deducir impuestos.
Una vez más, dijo, las autoridades financieras del país benefician al sector financiero en México, en tanto que las grandes operaciones realizadas a través de la Bolsa Mexicana de Valores están exentas de impuestos, como fue el caso de la multimillonaria operación de compra venta de Banamex por el estadunidense Citigroup en 2001, que involucró recursos por 12 mil 500 millones de dólares y no se pagó un solo centavo de impuestos.
Consideró que la medida aplicada a partir del primero de diciembre de 2005 en la que se obliga a los consumidores de combustibles al pago del consumo de estos energéticos mediante tarjetas de débito, crédito o cheque como requisito para la deducción de impuestos, previo cargo por comisión, es muestra de una política "siniestra" aplicada por la Secretaría de Hacienda en contra de los trabajadores y que contribuye a acrecentar la brecha que existe entre pobres y ricos.
Bajo este esquema de cobro de comisiones, añadió, se está aplicando un aumento a los combustibles en promedio de 3 por ciento. De esta manera, los intermediarios financieros trasnacionales reciben el pago por adelantado y éstos no pagan nada.
Incluso aseguró que existen diversas lagunas en estas disposiciones, pues no existe un reglamento que obligue a las estaciones de servicio, por ley, a aceptar el pago de combustibles por medios electrónicos, como tampoco existen sanciones para las gasolineras que no acepten tarjetas de débito, crédito o cheques. En paralelo, dijo, la medida puede provocar presiones inflacionarias debido a que los mayores consumidores son flotillas de empresas que trasladarán a los consumidores el aumento en el costo de sus operaciones.
Viacrucis con sed de gasolina
Pero mientras las autoridades no terminan de aclarar las obligaciones y alcances de la facturación electrónica del consumo de gasolinas, y los concesionarios de la franquicia Pemex carecen de las terminales electrónicas punto de venta, los consumidores son los únicos perjudicados.
Una tras otra, hay que recorrer estaciones de servicio en la búsqueda de alguna que ya cuente con los medios electrónicos de cobro. Muchas de ellas se dan el lujo de aceptar o rechazar las tarjetas de crédito, débito o monedero electrónico, incluidos los cheques personales emitidos por los consumidores.
Cuando al fin se encuentra una gasolinera donde se puede pagar con tarjeta o cheque, el contribuyente debe estar armado de paciencia para esperar una larga fila, ya que la autorización de su plástico, o la falta de habilidad y experiencia de los empleados para introducir los datos, puede tardar hasta media hora, cuando la operación logra concretarse exitosamente.