Sequía y daños de Wilma y Stan, la causa: Semarnat
Hay alto riesgo de graves incendios forestales en 2006
Solicitó la dependencia 65 millones de pesos para comprar equipo, adicionales a los 90 millones que le entregó el Fonden
En 2006 el territorio nacional se encontrará en una condición de "muy alto riesgo" por las condiciones climatológicas de sequía, escasez de lluvia y las consecuencias que dejaron los huracanes Wilma y Stan en Quintana Roo y Chiapas, advirtió ayer el secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), José Luis Luege.
Ante ello, subrayó que se requiere "todo el apoyo económico" del gabinete de reconstrucción, al cual la Semarnat ha solicitado 65 millones de pesos, adicionales a los 90 millones que ya se aprobaron del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), para la adquisición de equipo de alta tecnología y acciones para el combate de incendios forestales.
No obstante, dijo, será necesario sumar el esfuerzo de todas las dependencias gubernamentales, de la población y los medios de difusión para evitar y prevenir conflagraciones.
Aun cuando es difícil prever el número de incendios provocados por las altas temperaturas, podrían superar los 9 mil 642 ocurridos en 2005, lo que significaría 65 por ciento más respecto a 2004, y 67 por ciento menos que en 1998, cuando hubo el nivel más alto, con 14 mil 274, a causa del huracán Gilberto, destacó el director general de la Comisión Nacional Forestal, Manuel Reed Segovia.
Pese a ello, refirió, "tenemos mejor preparación para enfrentar estas situaciones en comparación con las que teníamos hace siete años, y sobre todo estamos trabajando en el área de la prevención", para lo cual la Comisión Nacional del Agua, por medio del Servicio Meteorológico, aportará datos de predicción de condiciones climatológicas para, "justamente, preparar todos nuestros recursos hacia áreas críticas".
En rueda de prensa, tras la reunión de la Comisión Intersecretarial para la Protección contra Incendios, Luege refirió que entre sus integrantes -15 dependencias gubernamentales y administraciones estatales y municipales- se han establecido sistemas expeditos de comunicación y detección para hacer frente a cualquier incendio en forma inmediata.
Para ello, ya se cuenta con sistemas satelitales de detección de puntos de calor, cuyos datos se distribuirán a las dependencias federales y estatales, como aprobó la comisión, para en caso de existir algún riesgo dar la alarma que permitiría una reacción inmediata.
Acuerdo con Aeronáutica Civil
Se acordó con Aeronáutica Civil que las naves informen de manera automática sobre cualquier foco de incendio; 2 mil elementos capacitados para combatir conflagraciones, agrupados en 152 brigadas, se pondrían en acción, junto con una brigada especial de rapelistas, para descender desde los helicópteros a los bosques o áreas afectadas; se arrendarán 20 helicópteros -a un costo de 57 millones de pesos por un lapso de tres meses- en las fechas de estiaje más críticas, además de mantener las negociaciones con Estados Unidos y Canadá por un convenio para tener acceso a sus aviones de combate de fuego.
Luege destacó que con los recursos del Fonden y los solicitados de forma adicional serán adquiridos 20 carros motobomba, 50 vehículos para brigadistas, 12 torres de observación y herramienta para 500 brigadas, además de la renta de maquinaria pesada para la construcción de brechas cortafuego.
Precisó que el equipo y las brigadas se concentrarán en la zona de Yucatán, Quintana Roo y Chiapas, ya que por los efectos del Wilma y el Stan, una masa considerable de madera y material forestal derribado puede convertirse en combustible potencial, aun cuando mediante el Programa de Empleo Temporal se paga a las comunidades por el levantamiento de ese material y se están construyendo brechas cortafuegos, tanto en esa región como en diversas áreas, para proteger a la población y a la infraestructura estratégica (aeropuertos, instalaciones de Petróleos Mexicanos, Comisión Federal de Electricidad y otras).
Además, para prevenir incendios forestales se difundirán campañas de concientización, pues las actividades humanas son la principal causa de aquéllos, y se diseñarán mecanismos de participación ciudadana.