Usted está aquí: viernes 16 de diciembre de 2005 Cultura Vicente Rojo vuelve a la cerámica utilitaria que practicó hace 50 años

La Galería Mexicana de Diseño exhibe 40 piezas preparadas por el artista visual

Vicente Rojo vuelve a la cerámica utilitaria que practicó hace 50 años

Los objetos, desarrollados con la técnica de la talavera, pretenden tener una aplicación en la vida cotidiana; no son meramente decorativos, explica el también diseñador

MERRY MACMASTERS

Ampliar la imagen La exposici�omprende tres conjuntos de cinco o seis piezas encimadas entre s�que adquieren valor escult�o FOTO Mar�Luisa Severiano Foto: Mar�Luisa Severiano

Después de 50 años, el artista visual y diseñador gráfico Vicente Rojo ha retomado la cerámica utilitaria, cuyo resultado -unas 40 piezas, entre fruteros, ensaladeras, salseras, floreros y soperas- se exhibe con el título de Rojo en talavera, muestra abierta hasta el 24 de diciembre en la Galería Mexicana de Diseño (Anatole France 13, Polanco), para luego reabrirse del 2 al 24 de enero. El grueso de las piezas fueron realizadas en 2004.

El pintor y escultor sostiene una relación "curiosa" con la cerámica, en la medida que "mi primer trabajo que hice en Barcelona, antes de venir a México, entre los 13 y 17 años, fue precisamente en un taller de cerámica, como aprendiz, obviamente. Allí aprendí a amasar el barro, mezclar el agua con la tierra, y ayudar a la decoración. En ese taller se reproducían piezas de los orígenes de la cerámica española, que eran motivos árabes de la costa valenciana. Allí empezó mi tratamiento con este material tan noble. Además, en la cerámica están los cuatro elementos: la tierra, el agua, el aire y el fuego".

Al llegar a México, en 1949, Rojo, sin embargo, quiso ''olvidarse de todo lo que había hecho en España'', por lo poco que había sido. Tardó muchos años en volverse a interesar en la cerámica, aunque 30 años después trabajó en el taller de Hugo X. Velázquez y Aurora Suárez, donde hizo una serie en escultura: México bajo la lluvia. Luego las series Escenarios y Volcanes, pero siempre como escultor.

Hace cinco años Angélica Moreno, directora del taller Talavera de la Reyna, en Cholula, Puebla, invitó a varios artistas visuales a hacer cerámica contemporánea con las técnicas y a la manera de la talavera. En vez de sólo decorar, Rojo prefirió la idea de seguir la línea del taller en cuanto a la producción de objetos de utilidad, "algo -explica- que más o menos mantuviera el mismo espíritu de la cerámica de talavera. No hacer formas muy complicadas, complejas o 'audaces', sino elementos que pudieran integrarse con una visión actual al trabajo que el taller hace de la cerámica que tradicionalmente se llama de talavera".

Rojo, además, ha utilizado los colores básicos de esa técnica: blanco, negro, azul, rojo "fresa", ocre y "algo de verde". Hay piezas más coloridas y alegres que otras. "No quise inventar colores -expone Rojo-. En cerámica se puede combinar colores, pero preferí trabajar con los colores básicos y emplear tres o cuatro en cada pieza".

También ha retomado "ese trabajo llamado pluma, que hacen maravillosamente bien los artesanos", lo cual se combina con el color plano.

La talavera es una técnica tradicional en la que el barro entra dos veces al horno. Primero en crudo, para cocerse; luego se saca, se pinta y se vuelve a meter para que el color quede unido al barro.

Dada la novedad del soporte, ¿en qué consiste la impronta de Vicente Rojo en la cerámica? "Tampoco me he olvidado de mi trabajo como diseñador gráfico; pretendo hacer un trabajo útil. Así que aquí hay un desarrollo de mi propio trabajo como diseñador gráfico".

La exposición comprende tres conjuntos de cinco o seis piezas que están encimadas y, por tanto, adquieren valor escultórico. Al desarmarse cada pieza tiene un valor en sí. "Hay quienes me dicen que esos conjuntos parecen volcanes, así que no están tan lejanos de mi trabajo".

Su trabajo en cerámica, explica Rojo, se dio poco a poco porque había que aquilatar los resultados obtenidos.

-¿Crear implica sufrir?

-Sufres por las dudas que tienes, pero son dudas necesarias. Sufres, pero te alegras de ese sufrimiento, porque es el que te va a permitir, por lo menos en mi caso, desarrollar una serie de formas que intuyo, que son unos puntos de partida que quiero desarrollar. Hay un momento en que no se sabe muy bien el camino que seguir.

"Eso me parece bien, porque si yo supiera el camino a seguir para una pintura, dejaría de pintarlo. Lo doloroso o la dificultad que crea esas dudas son las que te aumentan el trabajo. Es un sufrimiento, una manera totalmente necesaria.''

-¿Como creador se involucra menos en la cerámica que en la pintura?

-Ese conocimiento, por decirlo así, me viene de la parte de diseño gráfico. Allí tenía que trabajar con elementos muy concretos, con una finalidad muy concreta. En este caso se trata de piezas que se pueden usar. Para esta labor de alguna manera recupero también mi trabajo con el diseño gráfico.

 
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