Usted está aquí: viernes 16 de diciembre de 2005 Opinión Vidas marchitas

Leonardo Garcia Tsao

Vidas marchitas

Ampliar la imagen Fotograma de la cinta Broken Flowers, de Jim Jarmusch

Por uno de los caprichos de nuestra errática cartelera ha coincidido el estreno de Flores rotas, la más reciente realización de Jim Jarmusch -premiada este año en Cannes- con el de su anterior Café y cigarrillos, de 2003. Ambas marcan el regreso del autor a la comedia lacónica dentro de una construcción episódica, aunque la primera se beneficia de estar centrada en un personaje.

En la secuencia inicial, Jarmusch resume que Don Johnston (Bill Murray) le hace honor al juego de palabras de su nombre: es un "Don Juan envejecido", como lo califica Sherry (Julie Delpy) al momento de abandonarlo, mientras él mira por la televisión Adiós Don Juan, la película británica de los años 30. Resulta que Sherry es una de varias mujeres que no han conseguido un mayor compromiso del hombre, un solitario magnate de las computadoras. Sin embargo, una carta rompe su aislada rutina. De forma anónima, otra de sus ex parejas le confiesa haber tenido un hijo suyo, ahora de 19 años, quien es capaz de buscarlo.

El vecino etíope Winston (Jeffrey Wright), un detective aficionado, anima a Johnston a descubrir su identidad, por lo que le proporciona todas las pistas y el itinerario de viaje para localizar a las mujeres con quienes tuvo relaciones en el pasado y que podrían ser la madre potencial de su hijo. Por supuesto, el viaje emprendido por Johnston le permitirá hacer una revisión introspectiva de su vida, con resultados más bien incómodos.

Desde el primer encuentro con Laura (Sharon Stone) y su hija adolescente, apropiadamente llamada Lolita (Alexis Dziena), el periplo de Johnston le revelará que no se puede volver al pasado y el futuro se presenta incierto. Encuentro tras encuentro, el protagonista descubrirá lo imposible de restablecer un mínimo de comunicación con sus ex novias, topándose, inclusive, con la hostilidad abierta de Penny (una irreconocible Tilda Swinton). La conversación no pasa de frases tan huecas como el gesto de obsequiarle a cada una un ramo de flores rosadas (el color clave de la búsqueda). No es casual que Johnston viva en Circle Drive: su viaje también tendrá mucho de cíclico, concluyendo con la visita -la más afectuosa- a la tumba de quien en vida se llamó Michelle Pepe.

En una postura similar a la de Las confesiones del Sr. Schmidt (Alexander Payne, 2002), la descripción de los otros personajes sólo confirma un estado de insatisfacción generalizada. Todas las ex mujeres de Johnston parecen vivir de manera aislada -ninguna se ve integrada a una comunidad o vecindario- y sus actividades hablan de la muy gringa dependencia de "profesionales" para poder hacer las cosas más ordinarias: ordenar un clóset, entenderse con una mascota.

Si los diversos episodios de Café y cigarrillos se definen en gran medida por la personalidad de sus intérpretes, Flores rotas depende esencialmente de la actuación minimalista de Murray. Si antes el comediante era la encarnación de la ironía burlona, después de Perdidos en Tokio su rostro se ha congelado en una especie de resignación existencial. La parquedad característica de Jarmusch ha encontrado a su complemento ideal en una actuación que se circunscribe a los ojos. Con un arquear de cejas o un parpadeo, Murray expresa todo lo que su boca, en una mueca de permanente neutralidad, no quiere decir.

Así como las reservadas reacciones de Johnston son una fuente de humor también aportan el lado melancólico de la película. La ocasional urgencia de sus miradas -insistente a un muchacho que podría ser su hijo desconocido, añorante a unas jóvenes piernas femeninas (como El hombre que amaba a las mujeres (Francois Truffaut, 1977)- habla de oportunidades perdidas, de una existencia que se ha estancado en la soledad elegida. Como se ha visto en sus anteriores obras, el laconismo de Jarmusch no excluye el sentimiento, pues consigue hacer emotivos los avatares de personajes que no están en contacto con sus propias emociones.

Flores rotas

(Broken Flowers)

D: Jim Jarmusch/ G: Jim Jarmusch, inspirado en una idea de Bill Raden, Sara Driver/ F. en C: Frederick Elmes/ M: Mulatu Astatke/ Ed: Jay Rabinowitz/ I: Bill Murray, Jeffrey Wright, Julie Delpy, Sharon Stone, Alexis Dziena, Jessica Lange/ P: BAC Films, Focus Features. Estados Unidos, 2005.

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