En Arizona salen a las calles para exigir el respeto a los derechos de inmigrantes
Padecen abusos latinos que reconstruyen Nueva Orleáns: The Washington Post
Washington, 18 de diciembre. Inmigrantes latinos que viajaron a Nueva Orleáns (Louisiana) tras el huracán Katrina ante la supuesta oferta de empleo para reconstruir la ciudad padecen abusos, pésimos salarios o desempleo, publicó hoy el periódico The Washington Post.
Agregó que "innumerables latinos", muchos de los cuales carecen de documentos migratorios, llegaron a Nueva Orleáns atraídos por la oportunidad de trabajo bien pagado, pero sólo hallaron abandono sin transportación o abrigo por contratistas que no cumplen lo prometido.
"Otros han luchado para encontrar empleos (en esa ciudad), en los que les pagan menos de lo prometido e incluso en ocasiones abusan de ellos y no les pagan cuando logran encontrar trabajo", destacó The Washington Post.
Indicó que Nueva Orleáns se ha convertido a raíz de Katrina en una ciudad llena de trabajadores latinos desesperados "que no pueden encontrar empleo o cuando lo encuentran" laboran bajo condiciones "tan miserables y salarios tan bajos que se desalientan y se van".
El periódico citó el caso de Arturo, inmigrante indocumentado mexicano de Michoacán, quien llegó a Nueva Orleáns esperando encontrar trabajo abundante y bien remunerado para enviar "montones" de dinero a su familia.
Sin embargo, fue contratado por un empleador que no le pagó lo acordado, y ha quedado varado sin transportación ni abrigo en Nueva Orleáns, buscando todos los días empleo de jornalero para subsistir.
Según el diario, Arturo llegó a esa ciudad hace dos meses, procedente de Texas, atraído por las promesas de empleo, pero desde entonces ha tenido que dormir en el suelo de las calles o casas en pésimas condiciones sin saber que hará el día siguiente.
"Esta no es manera de vivir, no sé cuánto tiempo más pueda tolerarlo, a veces preferiría que me detuvieran y me regresaran a México", dijo Arturo, quien refleja la situación de muchos otros inmigrantes latinos en esa ciudad, añadió The Washington Post.
Subrayó cómo para algunos líderes hispanos en Estados Unidos el caso de trabajadores como Arturo reflejan la necesidad imperante de que se apruebe un programa para trabajadores huéspedes.
"Tenemos una fuerza laboral dispuesta a venir, vivir y trabajar en condiciones que otros no quieren", indicó Martín Gutiérrez, director del Apostolado Hispano Católico de Nueva Orleáns.
Para Gutiérrez, si hubiese en Estados Unidos "un sistema que permitiera a estos trabajadores estar legalmente en Estados Unidos los salarios mejorarían", y se reducirían los abusos
Gutiérrez afirma haberse percatado de un creciente numero de quejas relacionadas con el maltrato y abusos contra trabajadores hispanos en Nueva Orleáns tras el huracán Katrina.
Detalló que entre éstos se incluyen casos en que no se les paga el salario prometido o se les niega acceso a cuidados médicos por heridas en el trabajo.
Protesta
En Phoenix, Arizona, más de mil personas se manifestaron hoy en la plaza César Chávez para exigir respeto a los derechos de inmigrantes y retirar los cargos contra dos jóvenes que trataron de ayudar a tres indocumentados enfermos.
"Exigimos retirar los cargos por tráfico de personas contra estos jóvenes. No son criminales, sino héroes, y no merecen ir a prisión. La ayuda humanitaria no es un delito", señaló Salvador Reza, director del grupo promigrante Tonatierra.
Reza, líder del único centro de jornaleros en Phoenix y uno de los organizadores de la manifestación, condenó la adopción en la Cámara de Representantes estadunidense del denominado proyecto de ley HR 4437, que convierte en criminales a indocumentados en Estados Unidos.
La HR 4437 amplía la definición de "tráfico de indocumentados" para que quienes auxilien a esos migrantes -inclusive familiares estadunidenses de indocumentados y miembros de grupos religiosos- enfrenten penas de cárcel.
Reza estimó que el proyecto de ley, que el año próximo pasará a consideración del Senado -donde se espera que sea modificado para lograr una versión más moderada-, muestra la ideología racista de una mayoría en la Cámara de Representantes.
"Con estas iniciativas se demuestra que existen todavía mentalidades similares a la de Alemania nazi, que desean convertir a grupos étnicos minoritarios en criminales sin ningún derecho y tratarlos como seres inferiores y chivos expiatorios", agregó.
Asimismo criticó que la HR 4437 sólo incluya medidas para castigar a 11 millones de indocumentados que radican en el país, en su mayoría mexicanos, sin contemplar mecanismos para regularizarlos y que reconozcan su importante aportación a la economía nacional.
Shanti Sellz, una de los dos jóvenes de 23 años que enfrentan cargos por tráfico de personas, criticó también la HR 4437.
La ley "me parece lamentable, es un ejemplo del temor de los estadunidenses a los que son diferentes de ellos y sataniza algo que no comprenden, como es la inmigración ilegal", señaló Sellz, de origen judío.
La estudiante universitaria en la carrera de biología dijo que, debido a su herencia semita, se identifica con inmigrantes de otras minorías raciales al destacar que a ninguna persona en el mundo se le debe castigar por tratar de buscar una mejor vida para su familia.
El otro acusado es Daniel Strauss y ambos tienen cargos en su contra por transportar a tres indocumentados mexicanos enfermos en el desierto de Arizona para que recibieran atención médica.
De ser encontrados culpables, Sellz y Strauss podrían recibir una sentencia máxima de cinco años de prisión y/o el pago de una multa hasta de 250 mil dólares.