Agradece el centro apoyo nacional e internacional en favor de la comunicadora
La periodista Lydia Cacho fue objeto de "maltrato físico", afirma el CIAM
El Centro Integral de Atención a la Mujer (CIAM) agradeció el apoyo, solidaridad e intervención de organismos nacionales e internacionales defensores de los derechos humanos en la protesta por la detención de Lydia Cacho Ribeiro, quien el pasado sábado abandonó el penal de San Miguel, en Puebla, luego de pagar una fianza de 106 mil pesos.
Edith Rosales, coordinadora del CIAM en Cancún, Quintana Roo, comentó que Cacho está recuperándose del cuadro de bronconeumonía, el cual se agudizó luego de su traslado por carretera de Cancún a Puebla. "Eso fue maltrato físico, su salud se dañó más." Aseguró que en breve la autora del libro Los demonios del edén: el poder detrás de la pornografía emitirá un comunicado de prensa.
Rosales comentó que organizaciones como Amnistía Internacional, la Red de Refugios del CIAM, la Red Feminista contra la Violencia de Género y múltiples agrupaciones defensoras de los derechos de las mujeres de Latinoamérica y Europa enviaron correos electrónicos luego de enterarse de la detención.
Dicha situación, abundó, no impedirá que el próximo 21 de enero el CIAM lleve a cabo, junto con Plataforma de Actrices, organización española, un evento programado en la ciudad de México. "No vamos a cancelar nada", añadió.
Mujeres en Red agradeció la movilización internacional en solidaridad con Cacho Ribeiro, y en la página web Cecilia Lavalle asentó: "¿y a nosotros, como sociedad civil, quién nos responde por la vida e integridad física y mental de Lydia Cacho?" Ello tras los argumentos de que la periodista y defensora de los derechos humanos fue puesta a disposición del juzgado quinto de lo penal en Puebla por la denuncia interpuesta por el empresario textilero Camel Nacif Borge, mejor conocido como El Rey de la Mezclilla, presuntamente relacionado con una red de prostitución y pornografía infantil.
En julio de este año Amnistía Internacional emprendió una campaña de protección a favor de Cacho Ribeiro, luego de que el CIAM con sede en Cancún -del que es responsable- denunció que de abril a julio la periodista había recibido 42 llamadas en las que la amenazaban por su trabajo.
Dichos telefonemas, al parecer, los había realizado un ex agente de la Policía Judicial de Quintana Roo, cuya esposa e hijos están en un refugio del CIAM, y quien exigió a Cacho Ribeiro que dejara de hablar de su caso y le "entregara a su familia". El mismo hombre ya había amenazado a la defensora de los derechos humanos en noviembre de 2004. (Matilde Pérez U.)