Ese delito, considerado muy grave en la isla, dice el cónsul nacional Víctor Arriaga
Quince mexicanos, prisioneros en Cuba; la mayoría por tráfico de personas
La Habana, 18 de diciembre. Quince mexicanos guardan prisión en Cuba, en su mayoría inculpados de tráfico de personas, delito por el cual uno fue sentenciado a 13 años de cárcel, de acuerdo con informes consulares.
Once de los presos tienen cargos por tráfico de personas. Uno más está procesado por narcotráfico internacional, mientras otros dos, entre ellos una mujer, fueron acusados de tenencia de drogas.
A dos de los condenados por tráfico de personas -Luis Ernesto Bauza Adam, residente en Veracruz y con sentencia de 12 años de prisión, y Eugenio Jiménez Balam, radicado en Cancún y con pena de 10 años- las autoridades de Cuba les negaron el beneficio de extinguir las condenas en México, debido a "la repercusión social del delito".
Esa negativa y la severidad de las penas "son un aviso de la gravedad" que se atribuye a ese delito en Cuba, dijo a La Jornada el cónsul mexicano Víctor Arriaga.
El vigente Tratado de Ejecución de Sentencias Penales permite a los nacionales mexicanos y cubanos sentenciados en el otro país extinguir sus condenas en una prisión del propio, pero para ello se requiere la disposición del gobierno que los mantiene detenidos.
Personal del consulado visita a los detenidos, establece enlaces informativos con sus familiares en México, les brinda ayuda material y realiza los trámites necesarios ante las autoridades cubanas, indicó Arriaga.
Entre los mexicanos detenidos por tráfico de personas hay dos hermanos, un padre y su hijo, y un reincidente.
Cuatro de los presos están condenados a entre seis y 13 años por tráfico de personas y también solicitaron purgar las sentencias en México, sin que hasta ahora haya respuesta oficial. Uno más está condenado a seis años por corrupción de menores.
Cinco de los detenidos por tráfico de personas se hallan en proceso judicial en distintos grados de desarrollo. Entre ellos están los pescadores de Progreso, Yucatán, Juan Ramón Barco, Luis Nicolás Chan y Johnny Fuentes, cuyo caso provocó atención pública en ese estado.
En un momento de su detención los pescadores fueron recluidos en la sede de la Seguridad del Estado en La Habana, conocida como Villa Marista.
En este caso, la visita consular dispuesta por la Convención de Viena fue negada por el gobierno cubano durante dos meses y nueve días.
La detención de los últimos tres mexicanos fue a principios de diciembre: dos por tenencia de drogas y uno por tráfico de personas. En estos casos, el gobierno cubano no había autorizado hasta hoy la visita consular.