El Museo Nacional de Arte se convierte en una opción para las vacaciones
Más de 40 mil personas han visitado la exposición de Goya
Elementos de la PFP custodian cada una de las salas donde se exhibe la obra del español
Las lavanderas y El majo de la guitarra, las obras favoritas de los asistentes a la muestra
Ampliar la imagen La edici�n la que aparecieron Los caprichos FOTO Marco Pel� Foto: Marco Pel�
La afluencia constante de visitantes al Museo Nacional de Arte corrobora la cifra de 40 mil espectadores a la exposición de retratos del pintor español Francisco de Goya, a unas semanas de su inauguración; en esta temporada vacacional es una opción ante el caos propiciado por las fiestas y compras navideñas.
"A Goya le costaba trabajo pintar las manos de una persona y por esa razón cobraba mayor precio cuando lo hacía", es la explicación que se escucha en la primera sala de exposiciones temporales del Museo Nacional de Arte (Munal) dedicada a los retratos plasmados por el célebre pintor, considerado el padre del arte moderno.
Las 253 piezas que integran la muestra Goya se encuentran custodiadas desde la entrada principal hasta cada una de las salas -incluidos los pasillos- por elementos de la Policía Federal Preventiva, quienes al paso de los visitantes, desaparecen de manera casi imperceptible.
La explicación ofrecida a este medio durante un recorrido es que la PFP se encuentra en el lugar "por normas de seguridad" dada "la importancia del acervo extranjero" expuesto en el edificio histórico desde el 21 de noviembre y que concluye su estadía en el Munal el 5 de marzo de 2006.
Tres núcleos temáticos
Los óleos, dibujos y grabados montados en el recinto del Centro Histórico están divididos en tres núcleos temáticos y detallan "la paradoja contenida en la obra" de Goya: La Tauromaquia, Los desastres de la guerra y Los caprichos y Los Disparates o Los proverbios sintetizan la trayectoria pictórica del creador español, quien decía que sus tres grandes maestros eran Rembrandt, Velázquez y la naturaleza.
También se confronta su producción artística académica con la de pintor oficial. Por eso los grabados eran su escape y los realizaba libremente sin el "convencionalismo de los encargos".
En la exposición también se encuentra la encuadernación de Los caprichos, primera edición publicada en 1799, integrada por 80 estampas realizadas por Goya en agua fuerte, agua tinta, punta seca, entre otras técnicas, se exhibe en un escaparate y muestra la tipografía de aquella época. Elegantes letras se observan en el único párrafo que ocupa la amarillenta página abierta del libro.
De frente, ubicada en un sitio especial, se halla la famosa pintura Las lavanderas (1780), que muestra a cinco mujeres, junto a un río, al parecer después de haber tendido la ropa sobre la gruesa rama de un árbol, con el fondo azul del cielo.
No muy lejos de ese lienzo se encuentra El majo de la guitarra y posteriormente, los bocetos que Francisco de Goya efectuaba antes de realizar una obra de gran formato, como son: La anunciación, El prendimiento de Cristo o La muerte de San José.
Entre los grabados, también sobresalen los de la serie Los desastres de la guerra (1810-1820), que integra 80 obras que nunca fueron publicadas por Goya, las cuales "evocan las grandes miserias de la guerra, las esperanzas y profetiza los horrores venideros".
Amarga presencia, Lo merecía, Expiró sin remedio, Se aprovechan, Aún podrían servir, son algunas de las estampas que integran dicha serie.
En la colección referente a La Tauromaquia, Francisco de Goya también plasmó en agua fuerte y agua tinta diversos incidentes del "dramático" espectáculo taurino.
La exposición se complementa con la proyección de un documental -de 12 minutos- en torno a la vida, obra y contexto del pintor español.
También se montó el Taller de Goya, que, según indican las fichas informativas, se encuentra en la misma forma en que lo tenía el artista.
A lo largo de tres semanas han visitado la exposición alrededor de 40 mil personas y se espera que en los próximos días la afluencia aumente debido a las vacaciones decembrinas. Aunque la mejor cifra es durante los fines de semana, cuando por día se llegan a registrar entre cuatro mil y cinco mil visitantes.
La exposición Goya se preparó durante más de tres años debido a las gestiones realizadas para el préstamo de obras con diversos recintos.