Fue muy malo el acuerdo en Hong Kong, afirman
Critican Lula y Bové mediocres concesiones de países ricos
Hong Kong, 19 de diciembre. Tanto el líder altermundista francés José Bové, como el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, lanzaron críticas a las naciones desarrolladas tras el fin de la reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Los países en desarrollo fueron presionados para firmar el acuerdo de Hong Kong, denunció Bové. Las naciones ricas ''han vuelto a ganar tiempo'', dijo, y calificó de ''mediocridad total'' las concesiones que hicieron durante la conferencia ministerial.
Fue un muy mal acuerdo, pues los países en desarrollo ''fueron constantemente acorralados. Han sufrido enormes presiones para firmar'', señaló el activista.
En Sao Paulo, el presidente brasileño afirmó que los países ricos hacen poca cosa por los más pobres. Los ricos ''aprobaron las Metas (de desarrollo) del Milenio, pero están haciendo muy poco para ayudar a los países pobres'', los cuales requieren que los primeros ''les tiendan la mano'', dijo Lula en su programa de radio Café con el presidente.
''Hay países que dependen únicamente de su agricultura'', como los de América Latina y Africa. ''Si el mundo rico no abre su mercado para que (los países pobres) puedan vender el algodón, el azúcar o el trigo que producen, entonces (los países pobres) no podrán cumplir las Metas del Milenio'', añadió.
La Cumbre del Milenio realizada por Naciones Unidas en 2000 se fijó ocho metas de desarrollo social, incluida la reducción en 50 por ciento de los índices de pobreza antes de 2015.
Pero la OMC acordó en Hong Kong eliminar en 2013 los subsidios a las exportaciones agrícolas. Estas ayudas a la exportación de la Unión Europea (UE) apenas representan unos 3 mil millones de euros, mientras la OMC deja intactos otros apoyos a la agricultura por decenas de miles de millones de euros, no vinculados directamente al comercio internacional, dijo la organización Focus on the Global South.
Lo mismo ocurre para Estados Unidos, que desde el año próximo deberá suprimir sus subvenciones a la exportación de algodón, denunciadas por los países africanos. Pero estos apoyos a la exportación sólo representan 250 millones de dólares anuales, sobre un total de 4 mil millones de dólares en otro tipo de subvenciones.
Estas concesiones de fachada ''quedan ampliamente anuladas por propuestas muy perjudiciales (para países en vías de desarrollo) sobre servicios e industria'', opinó Phil Blomer, un responsable de la asociación británica Oxfam.
El compromiso de Hong Kong ''es inaceptable y refleja mucho más los intereses de los países ricos, que los de los países en vías de desarrollo'', lamentó Blomer.
El compromiso prevé que los países ricos otorgarán a los 49 países más pobres del planeta un acceso sin derechos de aduana al menos a 97 por ciento de sus productos.
Pero la proporción de 3 por ciento restante significa que Estados Unidos y Japón podrán bloquear en sus fronteras unos 400 productos, según cálculos de la organización ActionAid.