Se estima que diez por ciento de la población estatal se ha ido al país del norte
Intentan frenar ola de migración chiapaneca hacia Estados Unidos
Los originarios de la entidad son uno de los sectores más vulnerables al otro lado de la frontera
Ampliar la imagen Anualmente emigran a Estados Unidos 200 mil chiapanecos. En la imagen, connacionales en espera de un autob�O V�or Camacho Foto: V�or Camacho
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 19 de diciembre. En los pasados 15 años, de acuerdo con estadísticas oficiales, la décima parte de la población total de Chiapas ha emigrado a Estados Unidos o a las ciudades fronterizas del norte del país en busca de mejores condiciones de vida.
Sin embargo, en esos lugares los chiapanecos siguen viviendo en condiciones de hacinamiento y pobreza, y constituyen uno de los grupos de migrantes más vulnerables.
Los recursos que han obtenido no se han traducido en mayor desarrollo para sus comunidades de origen y su familia.
Por ello, en el contexto de una nueva ola migratoria originada por la devastación que dejó el huracán Stan en la entidad, el gobierno estatal impulsa en los poblados expulsores -ubicados principalmente en las regiones sierra, Altos y costa del estado- una campaña de "sensibilización" para desmitificar el sueño americano.
Las autoridades estatales crearon la Unidad de Atención a Migrantes (UAM), cuyo objetivo es aconsejar a las personas oriundas de Chiapas -que viven en calidad de indocumentados en Estados Unidos- en aspectos legales, judiciales y administrativos, así como en lo relativo a sus derechos como migrantes.
También tiene el propósito de llevar un seguimiento de cada uno para, si lo solicitan, estar en condiciones de intervenir cuando tengan algún problema,
El asesoramiento se realiza a través de enlaces ubicados en los consulados de México en las ciudades estadunidenses.
Asimismo, la UAM instaló módulos de atención en el aeropuerto de esta ciudad y una oficina en el municipio de Tapachula.
Además se puso en contacto con autoridades municipales de las regiones expulsoras y activó líneas telefónicas gratuitas para uso de los migrantes.
De forma paralela realiza talleres y programas de difusión a través de medios electrónicos en comunidades chiapanecas y en las localidades de Estados Unidos donde se tiene detectado un mayor número de personas originarias de esta entidad.
Carlos Miranda Videgaray, jefe de la unidad recién creada, reconoció que ésta responde a la necesidad de atender a este grupo poblacional, cuya calidad de vida y derechos humanos son constantemente vulnerados en los lugares donde radican.
Las cifras
En junio de 2003, el Consejo Estatal de Población (Coespo) tenía identificados a 336 mil 170 chiapanecos migrantes.
En los dos últimos años, la cantidad de remesas que llegan a esta entidad, provenientes de Estados Unidos y otras partes de la República mexicana, se incrementó a un ritmo de 30 por ciento anual, lo que indica un acrecentamiento de la migración en la misma medida.
Por ejemplo, al finalizar este año se espera que Chiapas alcance 650 millones de dólares por concepto de remesas, a diferencia de los 369 millones de dólares que por el mismo concepto captó la entidad en 2004.
Miranda Videgary afirmó que no cuentan con un censo fidedigno que permita cuantificar el número de chiapanecos que han emigrado.
Sin embargo, si se consideran las estadísticas del Coespo y el incremento de las remesas -aunque no necesariamente éstas provienen de migrantes chiapanecos-, se podría considerar que en los últimos 15 años 10 por ciento de la población total de Chiapas (4 millones 300 mil personas) ha salido en busca de mejores oportunidades de vida.
Otro indicativo de la ampliación del índice migratorio tiene que ver con el reciente aumento de los negocios de autotransporte, que tienen como único destino las ciudades fronterizas del norte de México.
Sólo en Tuxtla Gutiérrez, ciudad capital que antes era considerada receptora de mano de obra, La Jornada identificó una decena de nuevas líneas de autobuses de las llamadas tijuaneras.
Datos recabados por este diario indican que en promedio de cada terminal cada semana salen 320 personas; es decir, anualmente parten de Tuxtla Gutiérrez al menos unos 200 mil chiapanecos.
Los principales localidades expulsoras son Tuxtla Gutiérrez, Tapachula, La Trinitaria, Comitán de Domínguez, Cacahoatán, Frontera Comalapa, Mapastepec, San Juan Chamula, Suchiate, Huixtla y Bella Vista.
El titular de la UAM del gobierno estatal reconoce que en esas regiones "ya empieza a ser preocupante el fenómeno de pueblos enteros donde solo habitan mujeres, niños y ancianos", y donde la pobreza sigue en pie.
"No es cierto que recogen el dinero con pala"
Carlos Miranda Videgaray sostiene: "No es cierto que los migrantes recogen el dinero con la pala. En las ciudades adonde llegan, en su intento por ahorrar la mayor cantidad de dólares, los migrantes chiapanecos continúan viviendo en condiciones de hacinamiento y pobreza".
Refiere que la prosperidad económica no se refleja en el nivel de vida del migrante ni en el de la familia que se queda.
Los migrantes de esta entidad sureña son considerados unos de los grupos más vulnerables, "porque son una nueva generación que en el tiempo histórico se puede considerar que apenas está llegando; por lo tanto están muy solos y desintegrados. Trabajan de 12 a 14 horas y les pagan menos que a los demás trabajadores.
Agregó que los migrantes viven hacinados en viejas casas rodantes. No gastan ni salen a divertirse. Son presa de todo mundo. Son timados constantemente por gente que se ofrece a venderles bienes o presuntamente facilitarles servicios", agrega el funcionario.
Indica que en entrevistas que ha tenido con migrantes que radican en Florida le han comentado que si hubieran tenido conocimiento de lo que sufrirían para trabajar en Estados Unidos no habrían salido de sus pueblos.