Fomentar una conciencia en el hombre de ciudad sobre la vida en el campo, el objetivo
Desde gallinas hasta un gran reno son los huéspedes de un rancho en Teotihuacán
Todo lo que se come proviene de las tierras de ese sitio, propiedad de la familia Manterola
Abierto desde el pasado fin de semana, el zooparque puede visitarse todo los días del año
Ampliar la imagen Los borregos son parte del gran n� de especies que habitan en Reino Animal FOTO Jos�arlo Gonz�z Foto: Jos�arlo Gonz�z
Teotihuacán, 19 de diciembre. Luego de 14 años de estar prácticamente en situación de ocio, en sólo seis meses el Rancho San Mateo recobró su olvidada apariencia. Los corrales se poblaron de nuevo, los aguajes se llenaron del líquido, los gallineros fueron remozados y llegaron los nuevos inquilinos, algunos de ellos un poco exóticos, y en las baldosas de las amplias caballerizas volvió a escucharse el pesado trotecillo de los equinos.
El sitio, propiedad desde hace más de dos siglos de la familia Manterola, dedicado primordialmente a la agricultura, es desde el fin de semana pasado un recinto con propósitos formativos, al establecerse allí una granja de modalidad didáctica y un zooparque que cuenta con ejemplares de varias especies.
"Creemos que es muy importante concientizar a la gente de la ciudad sobre el campo", señaló Ignacio Manterola, uno de los propietarios de Reino Animal, pues "el café que tomamos en la mañana y todo lo que comemos procede de aquí". Manterola aclaró que esto no quiere decir que los animales vayan a ser sacrificados como parte de la cadena alimentaria, sino que servirán para propósitos ilustrativos.
Cabras, puercos miniatura como los vietnamitas, vacas, pavorreales, mulas, burros, patos, toros, conejos, variedades de palomas desde la común, ésa que ensucia por igual parabrisas que la ropa del tendedero, hasta la ron gigante, especie de tamaño descomunal un poco más grande que una gallina; borregos, gansos... la variedad es extensa, se encuentran en la granja, donde se cuenta también con una sección infantil en la que la gente menuda se solaza dando su mamila a las crías, batallón que el día de la apertura -el sábado- se vio incrementado con una integrante más, cuando una vaca parió ante una nutrida concurrencia, que incluyó a niños de mirada atónita, una moteada descendencia que, a petición popular, llevará por nombre Reina. Poco tiempo transcurrió para que la soberanita se incorporara y empezara a ser lamida por la orgullosa madre en manifiesta expresión vital, que en algunos provocó un leve sudor de ojos.
Un hogar entre nopales y magueyes
Las áridas tierras, salpicadas aquí y allá con nopales y magueyes -estos últimos plantas que la senadora Micaela Aguilar, presente en el convite, se pronunció por cultivar, pues su población disminuye considerablemente en la región- son hogar de una fauna descomunal en nuestro medio y, así, gran parte de las 50 hectáreas del terreno están dedicadas a ejemplares provenientes de Africa, Asia, Europa.
Una jirafa macho, de nombre Luis Miguel -pues, explicó una guía, le gusta posar para la foto, pero no se acerca a la gente-, da la bienvenida al zoológico, por el cual se transita a bordo de unas bien adaptadas plataformas abiertas a las que se acercan curiosos, suplicantes y mañosos, cuadrúpedos varios, como un camello que arrebata el vasito de plástico con el alimento concentrado que los visitantes pueden obsequiar libremente, y travieso ladea el recipiente para que le caigan en el hocico las suculentos píldoras comprimidas.
Otros habitantes son llamas, emús, búfalos de agua, gamos, watusis de impresionantes cornamentas, ciervos y un gran reno como salido de una postal navideña.
El parque forma parte de un proyecto que se pretende detone el potencial turístico de Teotihuacán, que tiene, como señaló Guillermo Rodríguez, el presidente municipal, otro atractivo más en la zona de Las Cuevas, aledañas a las pirámides, donde se practica la espeleología con autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Por su parte Rodolfo Gámez, directivo del Consejo Consultivo Turístico, manifestó que en la zona hay excelentes sitios para camping, balnearios, zonas de eco-turismo, y que se trabaja ya con el gobierno de Hidalgo para recorridos por las dos entidades aledañas.
El parque está situado sobre la autopista a Tulancingo, pasando la desviación a la zona arqueológica de este municipio. Está abierto todo el año, con horarios entre semana de 9:30 a 17:30 horas y sábados y domingos de 10 a 18 horas. Cuenta con estacionamiento y servicio de restaurante, pero habrá pronto un área para llevar comida. El acceso tiene costo general de 99 pesos, de hoy hasta el 6 de enero, y en adelante el pago será de 129 pesos.