En el mejor caso, con participación ciudadana de 63-68%, captaría 43% de los votos
Consultora plantea para López Obrador dos escenarios ganadores y uno perdedor
Las probabilidades de que la Alianza por el Bien de Todos, Primero los Pobres, que encabeza el perredista Andrés Manuel López Obrador, gane las elecciones presidenciales son mayores si la participación ciudadana se ubica entre 63 y 68 por ciento del padrón electoral, pero también si consigue captar 19.2 millones de "votos efectivos potenciales" provenientes de personas de la tercera edad, jóvenes de entre 20 y 35 años así como de otros sectores marginados por la actual política económica, previó la consultora financiera Vanguardia Investment.
Esa sería "una fórmula ganadora" que podría darle a López Obrador 43 por ciento de la votación presidencial, dijo Roberto Galván González, presidente de la firma, al presentar en el Colegio Nacional de Economistas las perspectivas macroeconómicas y escenarios políticos para el próximo año.
Consideró que la gran discusión en materia económica no es si debe haber o no reformas estructurales, sino la orientación que se les dé, "porque no es lo mismo proponerlas hacia un neoliberalismo a ultranza que siga generando mayor desempleo, desigualdad social y falta de competitividad, a reformas con orientación social que fomenten medidas redistributivas del ingreso, el empleo y el desarrollo industrial a toda escala y no sólo en los grandes corporativos".
Se habla mucho, comentó, de los 18 millones de votos efectivos, y planteó que la alianza que apoya a López Obrador podría captar 19. 2 millones provenientes de personas de tercera edad y jóvenes de 20 a 35 años marginados por el actual modelo, pero también votos de castigo de otros sectores.
En cuanto a los escenarios previstos por la consultora, se vislumbra a López Obrador como triunfador de las elecciones en dos de ellos, con una probabilidad de que ocurran de entre 35 y 40 por ciento. Galván González explicó que aunque el modelo macroeconómico del gobierno de Vicente Fox "ha funcionado con relativo éxito, deja varios rezagos importantes, porque un modelo que no genera empleos y amplía la desigualdad social, se castiga y se rechaza".
Cobra importancia el "voto estratégico"
En tal sentido, manifestó que partidos y candidatos se disputarán el llamado "voto estratégico, que es el voto no desperdiciado, aquel donde los indecisos establecen quién tiene las mayores posibilidades de ganar, y para hacer útil su voto, lo ejercen en ese sentido", pero aclaró que no es homogéneo, puesto que depende de la afinidad política, del convencimiento o congruencia ideológica que se guarde con los candidatos o partidos, o bien se ejerce como un voto de castigo.
Al detallar los escenarios políticos, el presidente de Vanguardia Investment planteó que el primero tiene una probabilidad de 40 por ciento de que ocurra y consideró que "no es descabellado" que en 2006 se registre una alta participación ciudadana, de entre 65 y 68 por ciento, pues así ocurrió en los comicios de 2000, y se combine con una alta incidencia del voto de convencimiento y de castigo, así como "un supuesto adicional en un mensaje insistente de certidumbre a la iniciativa privada y comunidad financiera internacional".
"Si se registra una participación de dos terceras partes de los votantes, la Alianza por el Bien de Todos conseguiría 43 por ciento de los votos, mientras que el PAN obtendría 37 por ciento, 18 por ciento para Alianza por México y 2 por ciento para otros.
No obstante, advirtió que si López Obrador no tiende puentes al sector privado y a la comunidad financiera internacional podría hacerse realidad el segundo escenario, con 35 por ciento de probabilidades de que ocurra, en el cual se prevé una participación de entre 53 y 57 por ciento del padrón, alta incidencia del "voto estratégico", por afinidad política o congruencia ideológica o de convencimiento, pero baja incidencia de voto de castigo por probable negociación. Aun así, López Obrador ganaría 39 por ciento de la votación, el PAN acumularía 35 por ciento, mientras Alianza por México tendría 23 por ciento y otros 3 por ciento.
Por último mencionó que López Obrador podría perder si se cumplen las condiciones del tercer escenario, que incluye como supuesto alto abstencionismo, con votación cercana a 43 o 47 por ciento, y baja incidencia del "voto estratégico", de castigo o de convencimiento.