Resultado del análisis realizado por el Laboratorio de Ecología Humana de la UNAM
Hallan arsénico y metales en el agua que consumen xochimilcas
Pese a asegurar que no existe problema, autoridades cierran pozo que abastece a siete colonias
Ampliar la imagen En siete colonias de la delegaci�ochimilco, entre ellas la Ampliaci�epepan, el agua para consumo humano llega contaminada, lo que puede llegar a provocar enfermedades FOTO Carlos Cisneros Foto: Carlos Cisneros
La dotación de agua potable que reciben los habitantes de la colonia Ampliación Tepepan, en la delegación Xochimilco, "no es apta para el consumo humano", ya que está contaminada con sustancias inorgánicas, las cuales pueden causar severos daños al organismo si es utilizada. Lo anterior se desprende del resultado del análisis químico realizado por el investigador Roberto Osvaldo Suárez Alvarez en el Laboratorio de Ecología Humana de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Entre los principales contaminantes encontrados en el agua, según el estudio, está el arsénico, que es un elemento altamente venenoso, sobre todo si alcanza altas temperaturas, y los daños por concentración o exposición prolongada pueden causar la muerte. También hay registro de presencia de metales como plomo, cobre y cromo, que pueden causar retardo en el desarrollo físico y mental de bebés y niños. En los adultos pueden originar trastornos hepáticos y renales, además de hipertensión arterial.
Problema grave
Derivado del estudio, se determinó que también se detectaron bacterias enterogénicas, las cuales producen enfermedades gastrointestinales. En él se señala que "el problema es grave, el agua está contaminada y el uso continuo puede derivar en severas enfermedades".
Pese al estudio, está la negativa de las autoridades centrales y delegacionales a aceptar que el agua está contaminada, pero entre los habitantes de la colonia ya existen los padecimientos. Hay familias enteras con severos problemas gastrointestinales, otras con irritación de ojos y comezón, también hay reportes de dermatitis y excoriación en la piel.
El problema, explicaron los vecinos, es añejo, pero en noviembre pasado se agudizó porque el agua empezó a salir "color amarilla, hasta oscurecerse y dar un tono café, además el olor era pestilente, como a huevo podrido". Las quejas fueron presentadas en la delegación Xochimilco, pero ante la ausencia de autoridades, "tuvimos que recurrir al estudio y demostrar que padecemos enfermedades por la contaminación del agua".
El 16 de noviembre fueron enteradas las autoridades de la demarcación, indicaron los vecinos, "a través de una camioneta blanca con altavoces se nos advirtió del mal estado del agua. Nos pidieron el desalojo del líquido almacenado en tinacos y cisternas, pero no hubo un informe de lo que sucedía".
Al respecto, el director de Operación Hidráulica y Mantenimiento de la delegación, Miguel Angel Cámara Arango, señaló que al tener la queja vecinal se hizo una revisión y detectaron que el pozo de Noria Uno, localizado en la calle Acueducto, casi esquina con la calle Arboledas, reportaba problemas. Sin precisar cuáles, indicó que de inmediato se canceló la distribución de agua de ese pozo y como medida preventiva se hicieron recomendaciones, porque de ahí se abastece a siete colonias de la demarcación.
Cámara Arango aseguró que el agua no tiene problemas y su afirmación la sustenta en un estudio que, dijo, le proporcionó el Sistema de Aguas de la Ciudad de México, el cual no podía interpretar por el temor de caer en una inconsistencia, "es mejor esperar a que el especialista explique de qué se trata". Añadió que pasado el mediodía los químicos de la dependencia explicarían a los vecinos que no había ninguna irregularidad.
En la reunión que tuvieron con habitantes de la colonia, entre los representantes del Sistema de Aguas y funcionarios de la delegación Xochimilco hubo desencuentros, porque los vecinos exigían que la autoridad demostrara que el agua no estaba contaminada.
"Estoy bien encabronada..."
Las palabras subieron de tono y Alma Delia Ruiz, vecina de la colonia, encaró a los funcionarios porque, dijo, la contaminación les dio "en toditita la madre y estoy bien encabronada". La molestia de la mujer se originó por la enfermedad que padece su nieto, de tan sólo dos meses de nacido, "está lleno de ronchas y enfermo del estómago".
De acuerdo con el diagnóstico médico, las ronchas de la piel del bebé podrían ser ocasionadas por el líquido contaminado y el padecimiento estomacal es porque al bañarlo pudo ingerir agua. La mujer asegura que no hubo información sobre el problema y por ello no tomó las medidas de prevención.
Mientras María de Lourdes Sandoval aseguró que su problema está en los ojos, en los cuales se puede ver en el contorno una severa resequedad y asegura que tiene mucha comezón.
Al tomar la palabra, Arturo Correa, subdirector de Control de Calidad del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, quien daría a conocer el estudio realizado, se concretó a explicar sin ningún documento los análisis realizados. Aseguró que se tomaron muestras en las siete colonias que son abastecidas por el pozo Noria Uno, y ante los problemas detectados en el tanque se tomó la decisión de sacarlo de operación.
"Nosotros hicimos muestreos de 20 tomas domiciliarias y del pozo. Ahí medimos todos los parámetros y los metales pesados. Ninguna de esas muestras salió con plomo y arsénico", indicó. Ante los cuestionamientos por el informe presentado, lamentó no tener otra cosa que su palabra para demostrar que el agua no está contaminada, por ello propuso hacer nuevos estudios.
Comentó que se tiene una vigilancia de la calidad del agua considerada en el programa para todo el Distrito Federal, y pese a las quejas vecinales, continúan con lo programado.